Vincent
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« : 17 de Octubre 2007, 23:27:16 » |
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Alberto y Mariela estaban por celebrar sus Bodas de Plata. Una tranquila noche de viernes, cuando estaban por apagar la luz e irse a dormir, Alberto con voz muy suave y tono algo tímido soltó la pregunta, como un cañonazo: - Gordita... Alguna vez me has sido infiel en estos años? - Ay... tontito, tú si preguntas unas cosas! ¿Cómo se te ocurre?... Claro que no! - ¿Seguro gordita?... Nunca, nunca? - ¿Y ahora qué se te metió en la cabeza? Te digo que nunca nunca! - Pero no te enojes... Es sólo que hay días en que se me ocurren estas cosas. No es que a estas alturas me moleste, pero es que las dudas me matan! Mariela permaneció en silencio un momento, abrazó a Alberto y acercando su cara a la mejilla le susurró: - Mira mi cielo... Si de verdad no te molesta y te hace estar más tranquilo... Si, en estos 25 años te fui infiel sólo tres veces. Alberto alcanzó a tener un primer impulso de reaccionar pero se tranquilizó, respiró profundo y con voz pausada le dijo a su mujer: - ¿Tres veces?... ¿Y eso? Ahora no me vayas a dejar lleno de dudas. - Cielito, no le des más vueltas... fue hace tanto tiempo. - No, cuéntame... te juro que es mejor, gordita. - Bueno... Recuerdas hace como 20 años cuando querías comprar la casa y en el banco no te querían hacer ningún préstamo?... ¿recuerdas que el gerente en persona vino, trajo los papeles, te dio un plazo más amplio y con menores intereses? - ¿De verdad hiciste ese sacrificio para que yo lograra mi sueño? Ella movió la cabeza asintiendo tímidamente y lo miró con cautela. - Tú sí eres la mujer más maravillosa del mundo... Pero contame... y la segunda?... Contame. - Ay mi cielito!... Para que queres saber más?... dejalo así. - Por favor decime... contame. - Recordas cuando te dio el infarto triple?... Te acordas que no teníamos cómo pagar la cirugía? Recordas que sorpresivamente el Doctor Haldemann se ofreció espontáneamente a hacer la operación, viajó desde Houston y nunca cobró la cuenta? Alberto la abrazó, la beso y con la voz entrecortada le dijo: - Mi amor, de verdad llegaste hasta esos extremos por amor a mi?... Definitivamente tú eres la mejor esposa del mundo. Mariela sonrió y dejó escapar un suspiro de alivio. - Pero contame -dijo Alberto- ¿y la tercera? - Ayyyy, Alberto, no más! - Por favor, no me dejes con esa espinita, contame! - ¿Recordas... cuando resolviste que querías ser el presidente del club de Golf?... ¿Te acordas que te hacían falta los votos de otros 32 socios?...Hacé memoria...
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