La recusación tiene un fondo político que atufa, lo mires por donde lo mires. Empezando por el reparto de los votos en la recusación (conservadores vs. progresitas) y terminado por el objetivo de la recusación. Objetivo que no es tomar una decisición más ajustada a derecho, si no tener una relación de fuerzas diferente en el tribunal que favorezca unos determinados intereses.
De hecho, si lo que pretendía era sólo buscar la imparcialidad del tribunal, a qué vienen las declaraciones indicando que si ese magistrado dimite se quiebra (una vez más...

) el estado de derecho? Pero no se busca eso, se busca obstaculizar lo más posible la política del Gobierno, sin importar nada los medios.
Lo curioso es como en menos de un año algunos magistrados han cambiado el sentido de su voto. Y digo que es curioso porque no se trata, en teoría, de una opinión, si no más bien de hechos concretos que hace un año eran exactamente iguales que ahora.
Este es un terreno muy peligroso... Ya escuché ayer que la Generalitat se está planteando recusar a uno de los magistrados conservadores, curiósamente uno de los que ha cambiado de opinión (

) por no sé qué motivo... Esto parece el ajedrez...