...¿En qué nos hemos equivocado?...

¿En qué nos hemos equivocado?, las cosas son demasiado complicadas a veces. Probablemente la situación que envuelve nuestras vidas no es del todo corriente, aunque igual hay alguien cuyo mundo es todavía más complejo que el nuestro.

A veces me paro a pensar, ¿sabes?, echo la mirada atrás y pienso cómo habrían sucedido las cosas si yo no hubiera echo algo o si tú simplemente lo hubieras echo. No somos culpables ninguno de los dos pero tampoco somos inocentes de lo que estamos viviendo ahora. La vida está llena de elecciones y creo que ambos nos equivocamos en las que tomamos al respecto de ciertos asuntos.

Tú nunca deberías de haber dejado de decirme “te quiero” y yo nunca debí dejar de demostrarte que eras el único al que amaba. Te lo dije ayer y es algo que me quema por dentro: la carne no hace olvidar sino a la carne, y para mí tú eras amor. El sexo alivia al cuerpo pero nubla a la mente, cuando se piensa en otra persona.

Quizás mi error surge de tu error o tu error surge del mío, como dije antes no somos culpables pero tampoco inocentes.

El problema es cuando nos damos cuenta tarde de nuestras acciones, cuando verdaderamente nos quitamos la venda de los ojos y todo toma un cariz distinto, ya no hay una tela que tamice la luz ni un cristal que nuble lo que hay al otro lado. Es entonces cuando nos damos cuenta de las consecuencias de nuestros actos, de las consecuencias de mis actos, de las consecuencias de los tuyos.

¿Debiste haberme dicho “te quiero” una vez más o, debí de repetirte otra “que siempre te esperaría”? No lo sé. Sólo sé que ahora mismo estamos viviendo la historia que hemos cimentado hace mucho tiempo. Y que cuando más claras veo las cosas que han pasado, más esperanza alberga mi persona y sin embargo en contra de todo esto es cuando menos fácil es que las cosas sucedan como queremos que pasen.

Sólo necesitaba escribir lo que pensaba, para leerlo después y ver que no soy una loca más. Para darme cuenta de que en el fondo soy una romántica consentida y que ciertamente la esperanza es lo último que se pierde.

Besos, siempre tuya