Este periódico escribió el 29 de julio que el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón rompió definitivamente la línea política de su partido respecto al matrimonio homosexual al oficiar aquel día la boda de dos hombres, militantes del PP. El gesto costó no pocas críticas internas al alcalde y no pocas tensiones dentro del partido como también ha explicado elplural.com. Ahora, podria decirse que quien ha puesto la corona en el entierro de la postura oficial del Partido Popular ha sido ni más ni menos que su presidente fundador, Manuel Fraga.
El ex presidente de la Xunta de Galicia y fundador del Partido Popular, Manuel Fraga, ha defendido al alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón, por haberse prestado a casar a una pareja de homosexuales. En la mesa del Tribunal Constitucional está todavía un recurso de inconstitucionalidad a la ley que equipara las uniones gay al matrimonio, presentado por el PP. Un recurso más en entredicho que nunca, después del gesto del alcalde de Madrid.
La ley, es la ley
Ahora, Fraga afirma que Gallardón «tenía razón» cuando celebró la ceremonia atendiendo a que la legislación que autoriza la existencia de matrimonios entre personas del mismo sexo está en vigor, independientemente de la postura oficial del PP. En una entrevista concedida a la agencia EFE, quiso dejar bien claro “para evitar confusión” que nunca ha sido invitado a una boda homosexual y nunca hubiera acudido pero afirmaba también que «lo que ha dicho el señor Gallardón es que la ley es ley mientras no sea echada abajo, y si hay alguien que quiere hacer uso de ella, no podemos oponernos a ello: ahí tenía razón».
De “vagos y maleantes” al “error”
Fraga, que como ministro de la Gobernación con Arias en el primer gobierno después de la muerte de Franco pudo aplicar la ley “de vagos y maleantes” a los homosexuales dice ahora que «es un error perseguir a los homosexuales», porque ellos «nacen así». No es exactamente un cambio de opinión, porque el senador popular rechaza manifestaciones como el dia del Orgullo Gay y se pregunta cómo se puede «presumir de una diferencia que no es, digamos, lo más normal». Con permiso de su edad, de su experiencia y de su capacidad de adaptación, Manuel Fraga continua siendo el mismo de siempre pero, a efectos de la estrategia oficial del PP, el fundador ha hecho un flaco favor a Rajoy y su equipo.
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