Poco aparezco por este subforo pero no quiero dejar pasar la oportunidad de que sepais esta noticia.
Quizas este hombre(genio) no os diga nada pero leer el post y vereis q es alguien muy especial ............con todos vosotros un virtuoso
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David Helfgott Sonriente y ofreciendo besos a todos. Así se mostró ayer en Bilbao el pianista australiano que inspiró la película 'Shine', David Helfgott, que actuará mañana en el Palacio Euskalduna con un repertorio que incluye obras de Granados, Falla, Liszt y Rachmaninov. «David se siente completo al tocar el piano. Él no piensa en las notas musicales, sino que siente pasión por la música y ésta fluye por su cuerpo», aseguró su esposa Gilliam.
Este «genio», según muchos críticos, nació en Melbourne, Australia, en 1947 en el seno de una familia de judíos emigrados de Polonia. Fue 'un niño prodigio', ya que con cinco años demostró un gran talento frente al piano y a los 19 se matriculó en el Royal Collegue of Music. Una carrera prometedora que se truncó en 1970 al sobrevenirle una enfermedad nerviosa que le mantuvo más de una década en tratamiento psiquiátrico. Un fuerte conflicto con su padre contribuyó al alterar su equilibrio emocional.
A comienzos de los 80 emerge del túnel en el que estaba sumido gracias a su «ángel de la guarda», como llama a su mujer, Gillian. Ella se encargó ayer de desvelar la auténtica personalidad del prestigioso intérprete. «Vivir con un genio es apasionante y muy exigente porque nunca tiene un día de tranquilidad. Pero es sociable, amoroso, adorable. Ama a todo el mundo. No conoce el odio, ni la envidia. Si fuera político propagaría la paz y la música allá por donde fuera».
Su vida es como una película, algo que quedó patente en 'Shine' (1996), ganadora de un Oscar, de la cual la pareja se siente «orgullosa» y que provocó «las risas y lloros» de Helfgott al recoger «la esencia» de los aspectos más importantes de su existencia. Un filme con el que alcanzó la fama mundial y le ha servido de «mecanismo de alivio al poder compartir el dolor» que ha sufrido y, además, le ha otorgado «mayor seguridad financiera».
El motivo que le ha traído a Bilbao no es menos apasionante. «No me gustaría morir sin ver a David Helfgott en un concierto»; las palabras de su madre impulsaron a Íñigo Momeñe a hacer las gestiones necesarias para traer al pianista a la capital vizcaína. «Fuimos a conocerle a una actuación en Salzburgo y me quedé impresionado», cuenta este aficionado a la música bilbaíno. «Es una mezcla de pasión y corazón tan fuerte unido a una técnica fantástica. Algo que difícilmente se puede ver».

........cuento las horas.......
