
Si cierras tus ojos, no verás tu hermoso
vestido de lino,
tu orgullo ofusca el corazón
como los párpados el cristalino
y oculta el amor que no comprende la
razón.
Si estás herida por un amor no
correspondido,
no te aferres en la indiferencia,
sal y muestra tu rostro, tu esencia,
sin duda encontrarás aquel prícipe
escondido.
Te cuidas te exiges, te persigues, son
tensos momentos,
te inquieta saber tu destino,
pero deja que tu intelecto divida tus
tiempos
y tu corazón que guíe tu camino.
Espero que escuches a este hombre
versado,
Quien está sentado a tu lado,
que entiendas lo que este pobre exclama,
porque quien te habla da fe que te ama.
Por Alejandro Fariña
