Acostumbrada a vivir sin ti, antes de ti,
de tu amorosa presencia de cada día
había olvidado q la poesía no existe...
Y ahora q llega, q tatua mi piel y mis ojos
estoy despierta en esta lucha de vivir tu ausencia
y sólo me libro d ella cuando el sueño regresa.
Preciosssssso, canelita...

¿Te debo alguno...? Creo que muchos karmawakis...
