
Nos remontamos a 5000 años atrás, tiempo en que los chinos ya usaban hielo para mantener los alimentos. Además fabricaban y vendían por la calle bochas de leche helada y azúcar. Más tarde inventaron el helado de naranja y la pulpa helada que conservaban en pozos de nieve durante todo el año. También en el siglo IV antes de Cristo, servían helado en las mesas de la gente más rica. Los italianos afirman que ellos llevaron este postre a Europa, aunque en realidad lo que hicieron fue crear el helado moderno en el Siglo XVI. El inventor de esta nueva versión del postre fue un tal Bernando Buontalenti quien creó el helado de tutti frutti. Recién en el Siglo XIX, a una modesta vendedora de helados de Nueva Orleáns, en Estados Unidos, se le ocurrió poner una bocha de helado encima de un cono de galletita. Así surgió el famoso cucurucho. ¡Qué buena idea tuvo!
