Recordándote...

Una tarde tranquila, un paseo sin rumbo,
un camino sin límites, un andar sin sentido…
Silencio sin tu compañía, penumbra que no oscuridad,
flores sin aroma alguno, brisas vacías de sinceridad…

En un mágico instante,
el cielo gris decide sentir, decide llorar,
rompen sus lágrimas el suelo con súbita violencia,
y con la misma inmediatez, cual payaso de circo,
convierte sus lamentos en sonrisas y el sol asoma tímido…

Casi sin respiro, el olor a tierra mojada
despierta mis sentidos, me rescata de la nada…
Lo carente de significado se torna en señas,
a todo le veo algo, todo me recuerda a ti…

Gotitas de lluvia luchan por no caer del tobogán de unas hojas,
como tus pasadas lágrimas se aferraban a tus llorosos ojos…

Pétalos de flor se abren buscando la salida del sol
como tu sonrisa lo hace buscando la luz de la felicidad…

Trinos de gorriones cercanos que demuestran su alegría
como tus oportunas palabras que siempre me hacen soñar…

Y en el horizonte esa hilera de colores que forman el arco iris
como tu rostro cuando resplandece mirando el atardecer…

Y es que todo, todo me lleva a ti,
y nada, absolutamente nada sería en tu ausencia
porque, vida mía, estoy y soy por ti...