Escuchaba el dulce sonido de su trompeta,
Si, era el mejor, sin duda,
Interpretaba “My Funny Valentine”…,
Si, era Chet, Chet Baker..
Posiblemente fue la última vez,
La última vez que sus dedos
Acariciaron con ternura el metal,
El cuerpo de su compañera eterna…
Como yo acariciaba tu rostro soñando despierto,
Mientras nos acompañaba esa maravillosa melodía,
En el balcón de un Hotel junto al mar,
En cualquier lugar, en cualquier momento,
Escuchando tu trémula voz acariciada por la brisa nocturna.
Con el mismo sentimiento que el artista
Le decía “adiós” a su alma gemela,
Compañera en mil batallas,
En multitud de éxitos e insignificantes fracasos,
Entonaba yo también un “adiós”,
No…un “adiós” no…
¡¡Un hasta pronto!!!
¡¡Un hasta siempre!!!
A esos ojos que un día
Compartieron conmigo el llanto
A esa sonrisa que se me ofreció
A cambio de nada
A ese cabello, que como una red
Atrapó mi alma y mi corazón vagabundo
A ese corazón, corazón inmenso
Que hizo palpitar el mío
“Que aceleró mi sangre
Y despertó mis sentidos”
Como dijo el artista…
Como Chet,… (Perdona la confianza, genio)
Esta noche,…. esta mágica noche
También te digo adiós
Aunque mi fortuna es mayor
Que la del desdichado trompetista,
Pues yo sé que es un hasta mañana…
Porque él le dijo “adiós” a su “Funny Valentine”..
Yo sólo te diré: “Buenas noches”.
“Te quiero. Hasta mañana”.
(Rask – 18/05/05)
