Fideos hasta en el parrús

Un viajante para en plena carretera en un puticlub que también tenía restaurante. "Primero como y luego un cohetillo", pensó el viajante. Se sentó a la mesa y en plena degustación de la sopa se encuentra en pelo negro zaino y más retorcido que un sarmiento de parra.
"MAITRE! MAITRE! ¿Pero que guarrería es esta? ¡Quiero el libro de reclamaciones, ahora mismo!
El dueño del garito, para salvar el culo invita al viajante y le deja elejir la mejor de las chicas gratis.
En esto que está el viajante con todos los morros metidos en el parrus de la chavala cuando el dueño del garito abre de repente la puerta.
"Coño, ¿aquí no le molestan los pelos? ¿eh?", a lo que contestó el viajante: -"Mire buen hombre, yo me encuentro aquí un fideo y se la armo, vaya que si se la armo..."