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Autor Tema: Raymond Carver y Todos nosotros  (Leído 1147 veces)
Elis
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Aupa PeterPaulXXX.com


« : 24 de Febrero 2007, 23:15:23 »





   Raymond Carver es el más grande escritor de relatos de las últimas décadas, el más genuino representante de lo que se ha dado en llamar ‘realismo sucio’, sus relatos empiezan con una leve perturbación de lo cotidiano, o se revela la presencia latente o inminente de una amenaza, porque sus personajes sienten que el mundo les amenaza, “los dramas aparentemente más triviales, las catástrofes silenciosas de la gente más común”, ese es el territorio en el que se mueven. Si aún no lo habéis leído no esperéis más, están todos en la editorial Anagrama (y en las bibliotecas públicas), ‘Catedral’ y ‘De qué hablamos cuando hablamos de amor’ (en su económica edición de bolsillo), pero no se pierdan tampoco ‘¿Quieres hacer el favor de callarte, por favor?’, los tres de lectura inaplazable. ‘Tres rosas amarillas’ incluye piezas de los tres anteriores, y el volumen póstumo ‘Si me necesitas, llámame’, son relatos encontrados tras su muerte (¿retocados por su segunda mujer?) y no alcanzan la altura de los que sí publicó en vida. Como maestros Carver reconoce -por encima de otros como Faulkner y Hemingway que es a quienes generalmente se cita- a Chejov y Grace Paley (de Paley me gustaría hablaros un día de estos, sus ‘Cuentos completos’ editados por Anagrama, es una obra sorprendente, increíble para su tiempo).
   El crítico americano Larry McCaffery describe así –me parece que merece la pena rescatar esta imagen- la experiencia de leer a Carver: “Adentrarse en una historia escrita por Raymond Carver es una experiencia parecida a la visita a una cocina de exposición en los almacenes Sears: tiene uno la extraña sensación de disyunción que causa el estar en un lugar donde las cosas parecen ser reales y reconocibles, pero al fijarse mejor, se da uno cuenta de que el pavo es de cartón-piedra, el brécol de goma, y esas cortinas tan coquetas ocultan un muro sin ventanas. En la obra de Carver las cosas no son lo que parecen. O, mejor dicho, las cosas son más de lo que parecen, porque muchas veces, cosas cotidianas –un frigorífico averiado, un coche, un cigarro, una botella de cerveza o de whisky- son transformadas por las manos de Carver: dejan de ser accesorios realistas en relatos realistas, y se convierten en signos expresivos y fuertemente emotivos por sí mismos. El mismo lenguaje sufre una transformación parecida. (…) los personajes de Carver son muchas veces poco expresivos y están desconcertados por las vueltas que da la vida, sus conversaciones aparentemente intrascendentes están típicamente imbuidas de una intensidad y significación inexpresadas. Así que observar las reacciones de los personajes de Carver se parece un poco a pasar una tarde con dos amigos íntimos que sabes que se han peleado justo antes de que llegases: hasta los gestos y comentarios más normales tienen un significado distinto, una tensión oculta, y una profundidad emocional” (Los Cuadernos del Norte, nº45-46, dic. 1987).
   Pero antes de que apareciera su primer libro de relatos, el ‘Will You Please Be Quiet, Please’ en 1976, que fue candidato al Nacional Book Award y le situó como un hito literario, Carver había publicado dos libros de poesía, uno a finales de los años 60, ‘New Klamath’, y otro a principios de los setenta, ‘Winter Insomnia’. En los 80 retoma la poesía, tiene que ver con una serie de cambios en su vida, el matrimonio con la escritora y poeta Tess Gallagher, su triunfo sobre el alcohol –un problema durante los años sesenta y setenta-, el abandonar la ciudad -“Había demasiado barullo en Syracuse, sobre todo después de salir ‘Catedrál’, cuando surgían tantas cosas relacionadas con el libro. Siempre había gente entrando y saliendo de casa, y muchos asuntos que no parecían terminar nunca. El teléfono sonaba continuamente, Tess estaba dando clase, y además había cierto número de compromisos sociales. (…) no lograba hacer más que simplemente vivir de un día a otro. Lo consideraba un triunfo si conseguía llevar mi correspondencia al día. Y esa es una situación infernal para un escritor.”- para instalarse en Port Angeles –“el venir aquí me ayudó a empezar a escribir poesía”.
    En la entrevista que en la anteriormente citada ‘Cuadernos del Norte’ le realizaron Larry McCaffery y Sinda Gregory, Carver declara: “escribí bastante sobre la naturaleza en mis primeros poemas y relatos (…). Luego es como si hubiera perdido el contacto con la naturaleza, así que no situé muchos de mis relatos recientes en el exterior –aunque sospecho que lo haré en el futuro, ya que muchos de los poemas que he escrito tienen una localización externa. Ha entrado el agua en estos pomas, y la luna y las montañas y el cielo. ¡Seguro que esto hará reír a mucha gente en Manhattan! (…) Me encuentro directamente en contacto con l entorno ahora en una forma en que no me había encontrado desde hace muchos años. Se da la casualidad de que esto se canalizó hacia lo que estaba escribiendo en ese momento, que era poesía”. Y también afirma: “la poesía en su efecto y en la manera en que se compone, se encuentra más cerca de un relato que el relato de una novela”.
   Voy a ofreceros una muestra de sus poemas:


Fotografía de mi padre en su vigésimo segundo aniversario.

Octubre. En esta cocina húmeda y tan poco acogedora
examino el desconcertado rostro de mi padre cuando era joven.
Sonríe tímidamente, sujeta con una mano el cordón
de una perca dorada y en la otra
una botella de cerveza Carlsbad.

En vaqueros y con una camisa de algodón, se apoya
contra el guardabarros delantero de un Ford de 1934.
Le gustaría aparentar fuerza y decisión para la posteridad,
con su viejo sombrero inclinado sobre la oreja.
Toda su vida mi padre quiso ser un tipo seguro.

Pero los ojos le delatan, y las manos,
al mostrar blandamente el cordón de la perca
y la botella de cerveza. Padre, te quiero,
pero ¿cómo puedo darte las gracias, yo, que tampoco sé coger una botella,
y que ni siquiera conozco los sitios donde se pesca?


   Carver, nacido en 1939, nos abandonó físicamente muy pronto, en 1988, pocos meses después de serle realizada la entrevista en que a Larry y Sinda les hablaba de su nueva etapa y del futuro. También les había dicho que si eligió escribir relatos y poemas fue porque “Mi vida parecía muy frágil, y quería empezar algo en que sintiera que tenía alguna probabilidad de terminar la obra, lo cual quería decir que necesitaba acabar las cosas deprisa, en un período breve de tiempo”.
   Como poeta contaba en castellano con dos libros publicados por Visor, ‘Bajo una luz marina’ y ‘Un nuevo sendero a la cascada’. Bartleby había sacado el año pasado ‘Sin heroísmos, por favor’, con material heterogéneo, relatos primerizos, poemas, reseñas literarias, introducciones y dos ensayos. Y esta última editorial ha sacado hace unos meses el libro de poemas ‘Todos nosotros’, un libro que como ya comenté en otro lugar ha ocupado durante algunos meses los primeros puestos de las listas de más vendidos, algo que no sé si es explicable.
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Paddy
Rebelde sin pausa
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« Respuesta #1 : 15 de Marzo 2007, 02:47:37 »

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Gracias por la información ok


Te dejo el 9 Paddykarma Cervecitas
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Llegaste a mi vida bajo la forma de una maravillosa casualidad, como pasa con todo lo que termina agujereándote el alma...
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