Estilo Soho
Quizás lo único positivo que dejó la debacle económica de 2001 -junto con las solidaridades grupales- fue la proliferación de bares en diversas zonas de Mendoza. Sitios de encuentro en los que se gastaba menos que un boliche fue la contrapartida del negro panorama económico y social con el que comenzaba 2002 y no se sabía cuándo culminaría.
Nada mejor que un espacio para compartir, debatir, reír, soñar, conquistar y ser conquistado. Un lugar, en tanto espacio común que aglutina y deja surgir las diferencias. Una mesa en un bar, es parte de la idiosincrasia de los mendocinos, y allí un café, un Fernet, un vino o una cerveza, poco importa; lo significante es la comunión.
Dentro de este panorama aparece Juguete Rabioso; una casa convertida en negocio es la definición. Desde 2002 se levanta con su propuesta poco convencional. Bernardo, uno de los integrantes del bar, promueve la idea del Bombal SOHO. Las condiciones están: un barrio de poder adquisitivo medio-alto, con seguridad y clima residencial en el que las viejas casas de adobe se transforman en bares, pubs o restaurantes. La ecuación da un movimiento contracultural -contradictorio por cierto- en el que se brindan alternativas de consumo, muchas veces a los mismos que adoran ver y ser vistos, pero también a los que no van con la onda top de otras zonas. Si de identidad se trata, el Bombal la está construyendo.
En el área -ampliada- conviven La Fernecería, A lo Tuyo, Punta y Hacha, La Chancha, Juguete Rabioso. Ya fuera del barrio propiamente dicho, pero emparentados con la onda, entraría Casa Babilon y más allá Latinoamérica. Todos se presentan como alternativa a la poblada vidriera de la Arístides Villanueva.
Y es en Juguete Rabioso donde recuerdan que sus colegas de La Fernecería "inventaron" la apertura de un bar en una esquina de adobe y la jarra de bebidas en las mesas.
Mazinger, Astro Boy y Carlitos Balá
El mural del frente recientemente terminado pinta el interior. En él conviven Bob Marley con Perón, Astro Boy, Mazinger y He Man.
La clientela de Juguete... absorbe la propuesta y la hace propia, a la enrarecida decoración de paredes abarrotadas de posters y juguetes diversos, se suman esos recuerdos de la infancia que se añoran. Y así es que aparece un cuadrito con el angelito de la guarda, otro con Minguito Tinguitela, fotos del Diego, el Pato Donald, Chaplin, Fidel Pintos y Tato, Piñón fijo y Papá Pitufo.
Recitales de poesía y la presentación de libros de editoriales incipientes se llevan a cabo por estos lares. "Una vez vino el hombre merengue, que regalaba poesía y convidaba de sus enormes apolos de crema y dulce de leche", cuenta Bernardo. El antihéroe del local es el gordo Bati, pero no nos detendremos en el personaje, no vaya a ser que devenga en "referente".
Juguete Rabioso es uno de los pioneros del barrio. Cuenta con una biblioteca, y aunque a veces se roban los libros, los dueños no se alarman. "Si roban un libro lo van a leer, eso importa" dicen. También hay juegos de mesa, los tradicionales Pictonary, TEG, entre otros. De hecho en muchas oportunidades se arman campeonatos. También los propietarios -egresados todos ellos de la Facultad de Ciencias Políticas- han creado algunos como el Memo test en el que se buscan las fichas gemelas. Entre todas está la "maldita", que viene a ser la figurita difícil; en este caso la ficha que no tiene doble. Es habitual que sea la cara de Menem, pero también puede ser la Brujita Verón.
Entre todos, los enanos de jardín. En el sitio financiarían un Movimiento Político de Liberación de los pequeños custodios de los frentes de las casas.
La propuesta de la carta es sencilla: siguen ofreciendo las bebidas en jarra. Así la de Fernet cuesta $ 17, la de Gancia $ 10 y la cerveza con pizza $ 11; todos precios populares, les gusta aclarar. Arizu 502, esquina Ibarlucea.
Out side
Fuera de los límites del Bombal, Casa Bábilon, emerge en San Martín y Juan B. Justo. Aquí la propuesta se emparenta con la anterior: un sitio relajado en el que los chicos no tan chicos, se juntan los fines de semana, cerveza por medio.
Las habitaciones reflejan el sentir de los pibes de 30. Una de ellas realiza un extraño homenaje al cine bizarro con el que creció esa generación. Allí aparecen infaltables Los Parchís junto a Martín Karadagian, Los Cazafantasmas, Volver al Futuro, La Carpa del amor, cuyo célebre director fue Adolfo Aristarain.
En el pasillo se recuerda a las devociones populares como el Gauchito Gil, la Difunta Correa, entre tantos. Otra sala se viste de arte latinoamericano con pictogramas y referencias a las culturas andinas. También está el sector de los políticos tomado con onda. Casa Bábilon, San Martín y Juan B. Justo. Cerveza $ 5, Fernet en jarra $ 17.
Desde Tijuana a Tierra del Fuego
Latinoamérica es otro emprendimiento que se sale de la cuadrícula barrial pero se suma a la propuesta general de esta zona. Desde hace un año el hostel y bar gastronómico arremete con una fuerte impronta cultural.
"Godoy Cruz se está posicionando como alternativa al glamour de la Arístides, a lo masivo" dice Diego Gareca uno de los dueños del lugar, que le suena interesante lo del Bombal SOHO y adhiere; nosotros estamos más alejados pero es la misma idea y aquí también hay vecinos célebres, sonríe.
Biblioteca, música popular y cine social se complementan con espectáculos de artistas vernáculos. Allí menducos y turistas se impregnan del halo artístico de América Latina. Las paredes traducen esa constante en réplicas de Guayasamín. Pinturas, tejidos, metales y cerámicas reflejan el sentir de los pueblos del continente. Incluso la vajilla, de rigurosa negritud, traída de Chile, es el barro que contiene las delicias también legadas por diversas sabidurías de aquí y de allá.
"Un ambiente para la cultura" les gusta llamarse. Todo el quehacer cultural que hace ruido en Mendoza se comparte con los habitués y los foráneos que se hospedan en el hostel. Las habitaciones tributan a notables letras de Latinoamérica. De esta manera una habla de Neruda, otra de Tejada Gómez. También está la que cuenta sobre Eduardo Galeano.
Los que han tomado la propuesta como propia provienen del ambiente universitario -docentes y alumnos- que disfrutan de ciclos de lectura, reuniones de literatura y shows en vivo. Si bien abren de miércoles a domingo por las noches, algunos fines de semana han probado con "La peñita del canto emergente" en el que cantores de raza como Sandra Amaya interactúan con otros poco conocidos. Casi siempre trabajan con músicos y cantautores (
www.musicosycantautores.com.ar)
Los segundos jueves de cada mes es el turno de la presentación de la revista Serendipia, y algún músico ameniza la velada. "En una oportunidad se realizó un desfile de modas alternativo, con body painting, prendas confeccionadas con diarios y plásticos y recursos novedosos" cuenta Diego, uno de los dueños del lugar.
A veces llega gente con algo para leer; otros gustan improvisar. La apertura de mentes y el espacio ávido de expresiones libres se conjugan en este ámbito para la cultura.
Respecto de lo gastronómico Latinoamérica realiza un homenaje constante a los países vecinos. Por ejemplo se ofrece Chorrillana de Chile con papas, chorizos y cebollas ($ 12), tacos ($ 7), Pastel Inca de Perú ($ 9), Jamón Bolivariano ($ 12), Humita en chala ($

, empanadas de carne, jamón y queso y choclo ($ 8 la docena).
Próximamente: viernes 22 Claudio Bracheta; sábado 23 Sur de jazz; viernes 29 Gustavo Maturano; sábado 30 Trova latina con Gustavo Fernández, de Buenos Aires. Latinoamérica. Juan de Garay 146, Godoy Cruz.