
Puse mi alma a mirar a los chicos de
la calle,
los que de padres no saben
y duermen en frío umbral,
igual a perros sin dueños revuelven los
basurales
en tanto, doctos morales,
los ignoran al pasar.
¡ Gobernantes escuchad !
Con mi corazón les grito
atados a sillón fijo
no es forma de gobernar.
Los invito a recordar
el juramento de oficio
hecho sotre el crucifijo
y por la patria además.....
No es eterno el bienestar con que el
cargo corona,
mientras un niño no coma, el mundo
no tendrá paz.
¡Quítense careta y frac
eviten arengas burlonas,
mientras un niño no coma,
no se sabe gobernar!
Elvira F. de la Colina
