Amigos, sinceramente no suelo hablar demasiado de Venezuela porque sencillamente en estos momentos de la historia, las cosas que sepuedan decir no son del todo buenas o bonitas y no me gusta referirme de malas a mi pais. Sencillamente no quiero darle una imagen del todo mala.
Hemos pasado de ser un pais sumamente ricos sin deudas en el extranjero, con un alto indice de progreso y catalogados en el mundo como el pais Latinoamericano con mayores posibilidades de alcanzar el primermundismo; a ser un pais extremadamente pobre en cultura, en calidad de vida, en economia, en salud, etc...
Si, es cierto... teniamos un gran porcentaje de la poblacion en estado de pobreza y otro tanto de porcentaje en extrema pobreza, pero con el pasar del tiempo, un tipo con discursos de buena intension y de ser la esperanza mayor para un supuesto 80% de la poblacion venezolana, nos cayo como una maldicion. Bueno.... Ultimadamente, este texto lo presenta mejor de lo que yo se los pueda decir. Por favor, tomense el tiempo de leerlo!

CUANDO LAS VERDADES SON GRANDES COMO TEMPLOS...
Por Manuel Caballero
Éramos un país de viajeros gozosos instalados en la
dulzura ochocentista del ta´barato dame dos mayamero.
Celebrábamos los Carnavales en Aruba, Semana Santa en
Cartagena, vacaciones escolares en Miami y Navidades
en el Rockefeller Center. Nuestros únicos exiliados
eran los becarios del Plan Gran Mariscal de Ayacucho
que se iban llenos de dòlares como abejas golosas a
las colmenas del saber gringo.
El que más o el que menos tenía un hermano, un primo o
un novio protegiendo focas en Hawai o estudiando
zootecnia en los bosques de Wishita, y uno que otro
hijo de inmigrantes aterrizaba en casa de la tía
gallega en La Coruña para estudiar medicina o con la
abuela catalana en Gerona para estudiar Ecología. Pero
el destino nos alcanzó, como en la película y nos
sumamos al resto de países latinoamericanos como
Argentina, Perú, Ecuador, Colombia, Rep. Dominicana o
el Salvador, que luchan por un empleo de tercera en
cualquiera de los países del primer mundo.
En Europa era frecuente ver a los venezolanos de
turistas manirrotos conociendo la tierra de los
abuelos y mirando con lástima a los argentinos, que
habían llegado por aluviones a los países de la
comunidad europea en las diversas oleadas que las
sacudidas políticas y económicas han arrojado fuera de
la otrora Suiza de América.
Aún no nos reponemos del shock. Desde hace 6 años,
Venezuela se desangra buscando fuera de nuestras
fronteras lo que dentro de ellas dos generaciones de
venezolanos no pueden encontrar: trabajo, seguridad y
una manera digna de vivir y de labrarse un futuro.
Somos tantos los que huimos, que en las afueras de
Miami ya hay un pueblo de quince mil habitantes que
llaman popularmente Venezuelaville y que tiene la
bandera de Venezuela como enseña en el cartel a la
entrada al pueblo.
En Atlanta hay cafés llamados Caracas y Ocumare, y dos
areperas que hacen las delicias de colombianos y
chicanos. New York está lleno de bartenders maracuchos
y caraqueños. Las Islas Canarias parecen el Boulevard
de Sabana Grande, y en Barcelona, en pleno otoño
catalán basta con entrar al Corte Inglés para comprar
harina Pan, tostoncitos o una polarcita bien fría, y
encontrarse en la caja número 2 a un ex compañero de
la UCV haciendo el mercado de la quincena.En menos de
una década nos han convertido en un pueblo de
inmigrantes, llenos de nostalgia de torontos y
añorantes de queso telita.
Hace veinte años, los intelectuales venezolanos se
preguntaban que era "la identidad nacional", en este
país de mientras tanto y por si acaso, cuyos
monumentos históricos no pasan de la década de los
albores del siglo XX, y la respuesta iba más allá de
esta Venezuela bolivariana de Revista Tricolor, que
intentan vendernos los neochavistas. Más allá del
Turpial y el Araguaney, más allá del Flamboyan y de la
Semana Santa de los 7 templos.
Portugueses, italianos, españoles, eslavos, judíos y
alemanes, fueron llegando a nuestras costas como
sobrantes de una post-guerra de miseria y necesidades.
Ahora hijos y nietos de esta marea aluvional, regresan
a los países de donde vinieron los ancestros, para
encontrar que valen lo mismo que un africano de patera
o un colombiano sin papeles: o sea nada.
El venezolano de clase media que emigra buscando la
esperanza en otros países, ve convertidos sus títulos
e innumerables postgrados en sólo papel mojado y
generalmente termina aceptando el primer trabajo de
mesonero o empleado que le permita pagar el alquiler y
sobrevivir al invierno.
Las mujeres venezolanas, acostumbradas a la paridad
gerencial y a las conquistas logradas post era
perejimenista, se encuentran con un mundo de amas de
casa que tienen veinte años de atraso con respecto a
Venezuela, en la mayoría de los casos europeos, y
sobre todo en la supuesta "España moderna", que tiene
la mayor tasa de violencia de género de Europa, que se
escandaliza porque las Ministras del gobierno
socialista posan para Vogue y en las que las mujeres
en vez de jugar un papel en la historia juegan un
trapo, como bien reprocharía Mafalda en uno de sus
chistes más mordaces.Y el Norte, el Norte sigue siendo
una quimera a ritmo de merengue venezolano, que
atrocidad!!. Un Norte de Migra persiguiendo petareños
por la calle Ocho de Miami, de policías aduaneros que
prácticamente te instalan un localizador satelital
para encontrarte post vencimiento visa turística.
En Estados Unidos nos llaman "los balseros del aire",
en Canadá nos niegan las visas antes de respirar
siquiera y en los consulados australianos (por sólo
dar tres ejemplos) nos colocan un "warning" alrededor
de la nacionalidad.
Ya no somos el país bienvenido del oro negro. Somos un
país de exiliados forzosos, instalados en la añoranza
de una Venezuela que no volverá y que nos dejó botados
a las puertas de la historia, con nuestra rabia como
única arma para derrotar a los mediocres que nos
sellan el pasaporte a la salida.
Como decía el Charly García, el último que salga que
apague la luz...porque los que regresen tendrán la
terrible mirada de los que no creen en nada.
(*): Publicado originalmente en la Revista Veintiuno
"Venezuela es el único país del mundo donde una
"oposición fascista" (?) llama a elecciones y un
gobierno "democrático"(

) las rechaza"
("Venezuela is the only country in the world where a
"fascist"(?) Opposition calls for elections and a
"democratic"(

) Government rejects them!")