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Las víctimas sufren lesiones y quemaduras. Una de ellas, con heridas graves, ha sido trasladada al Hospital de Getafe
EFE | VALLADOLID


Tres de los seis trabajadores, todos ellos varones, que resultaron heridos esta mañana en una explosión registrada en la empresa Ragactives, en el Parque Tecnológico de Boecillo (Valladolid), se encuentran graves a consecuencia de las quemaduras, según ha confrimado el Servicio 112.
De hecho, uno de ellos, el más grave de todos, A.L.B, ha sido evacuado en un helicóptero hasta la Unidad de Grandes Quemados del Hospital Universitario de Getafe (Madrid), mientras que otros tres, J.V.M, M.M.B. y F.J.R, han sido trasladados en ambulancia hasta el Hospital Clínico Universitario y un quinto, L.A, al Río Hortega de Valladolid.

El siniestro, cuyas causas no han sido especificadas, se produjo sobre las 11.40 horas, tras producirse una gran explosión que provocó el hundimiento de parte del laboratorio químico Ragactives, dedicado al desarrollo de componentes farmacéuticos. El aviso al Servicio de Emergencias 112 lo dio la trabajadora María Jesús Garrido, quien explicó que la explosión se produjo en uno de los reactores del laboratorio, lo que provocó que parte del techo se viniera abajo.

La trabajadora aseguró haber visto a compañeros salir con quemaduras y ensangrentados de las instalaciones y cómo incluso alguno de ellos había perdido algún dedo. Los afectados fueron atendidos in situ en el lugar de los hechos, antes de ser evacuados.

Hasta el lugar de los hechos se desplazaron efectivos de la Guardia Civil, Policía Municipal y de los bomberos para participar en las labores de rescate y evacuación de otros posibles afectados, así como para establecer un cordón de seguridad de unos 600 metros en el entorno del laboratorio en previsión de que pudiera producirse una nube tóxica, algo que parece descartado.

También se personó en el escenario de la deglagración el subdelegado del Gobierno, Cecilio Vadillo, y el delegado territorial de la Junta, Jesús García Galván, con el fin de conocer el alcance de la misma.

Más siniestros en el parque
No es la primera vez que el Parque Tecnológico de Boecillo es escenario de un siniestro de estas características. El último se produjo el 17 de febrero del pasado año cuando tres operarios resultaron heridos en una explosión registrada en la empresa Crystal Pharma.
En aquella ocasión, los tres trabajadores se encontraban en uno de los almacenes de Crystal Pharma en el referido parque tecnológico cuando se produjo una explosión cuya onda expansiva les afectó tanto a ellos como a parte del material existente en las instalaciones.

Se da la circunstancia de que esta misma empresa sufrió ya en julio de 2003 una explosión de mayor virulencia al entrar en combustión disolventes como consecuencia de un cortocircuito.

 :-X

No sé que estarían manipulando pero creo que los bomberos iban con toda la parafernalia y que en Urgencias todo el mundo con los monos y las máscaras :( :(

Pues cualquier cosa...y siendo un laboratorio farmaceutico todo tipo de sustancias, cancerigenas, nocivas, toxicas.....bueno, como en cualquier laboratorio.....Esperemos q no sea nada y todo kede en el susto.

Vengo ahora mismo de alli, yo vivo a menos de 1 km en linea recta, la verdad es que es la segunda vez que esta empresa quimica tiene un siniestro similar, pero esta vez a sido mucho mas grrande.

Ambulancias, Bomberos, Helicopteros, Guardia Civil, todo esto es algo que por aqui no estamos muy acostumbrados a ver y la gente se arremolinaba demasiado por lo que el cordon que extendieron sirvió tambien de contencion para los curiosos.

Los efectos de la explosion y el humo se veian desde mi casa, impresionante la verdad.

 -ok

   Lo único que sé es que estaban trabajando con percloratos de aminas, sustancias potencialmente explosivas pero bastantes estables. Desconozco qué se descontroló. El que ha sido trasladado a getafe está grave, y otro de los que está en valladolid, también. Los demás son quemaduras, cortes y algun hueso roto.



   Una buena amiga mía trabaja en ese laboratorio y, por suerte, a ella no le ha pasado nada, se ha librado de milagro.

Es relativamente fácil que s emonte un pollo desproporcionado cuando explota algo en un labo. Como ñ, tengo un amigo currando allí desde hace años.


una desgracia, sin duda. también lo digo, pq industria de este tipo y de este nivel, no hay mucha en nuestro país, y menos d e capital español!

ojalá pueden recuperarse y ojalá salga adelante el herido más grave, que debe estar el pobre, realmente mal! :-\\\\

David Morchón, un químico de Ragactives, rescató a dos de los heridos más graves del interior del laboratorio donde se produjo la explosión en pleno incendio
J. SANZ/VALLADOLID

David Morchón, un químico de la empresa Ragactives del Parque Tecnológico de Boecillo, se encontraba el martes al mediodía en un laboratorio de la primera planta cuando «se produjo una explosión muy grande en el laboratorio de al lado y la onda expansiva me lanzó al suelo mientras los cristales saltaban por los aires». El trabajador, de 33 años y jugador del Quesos Entrepinares -pesa más de cien kilos-, no se lo pensó dos veces y cogió un extintor para intentar minimizar los efectos de las llamas mientras sus compañeros -entre ellos tres de los cinco heridos- evacuaban el edificio en medio de una cadena de pequeñas deflagraciones.

En esas estaba cuando observó al hijo del gerente, Miguel, de rodillas e intentando arrastrarse fuera del foco del siniestro: «Tenía una pierna muy mal y apenas podía moverse, así que le cogí y le saqué hasta la calle». Cuando por fin estaba fuera y a salvo, el resto de trabajadores comenzó a gritar que «queda gente dentro».

Morchón volvió sobre sus pasos y entró de nuevo al edificio, en llamas para entonces, armado con su cuerpo y un extintor. Entre las paredes ennegrecidas -las que quedaron en pie- del 'kilo lab' donde se produjo la deflagración vio una imagen «tremenda: mi compañero José estaba medio tendido en el suelo y con una pierna y un brazo envueltos en llamas». El herido solo acertaba a decir: «Ayúdame, por favor», sin mostrar signos de dolor debido al shock sufrido por la explosión. La víctima «tenía la cara negra y apenas se le veía por el humo negro que lo tapaba todo», prosigue su relato el involuntario héroe que decidió entrar entre las llamas y sacar de allí al trabajador «como fuera». Lo logró y, una vez lejos del fuego, apagó con lo que encontró a mano las llamas que cubrían parte de su cuerpo antes de sacarle hasta la calle y dejarle en manos de sus compañeros hasta la llegada de los servicios sanitarios del 112.

El deportista reconoce que en esos momentos «no sabía ni lo que hacía, ni siquiera pensé en el peligro o en lo que me podía pasar, solo sé que reaccioné bien y que ojalá haya podido ayudar a salvar a mis dos compañeros».

José V. M., de 31 años, permanece ingresado en estado muy grave en el Hospital de Cruces de Baracaldo (Vizcaya) con quemaduras en el 30% de su cuerpo. Cuando las sufrió «parecía cómo si no sintiera nada, supongo que porque estaba completamente conmocionado», prosigue el químico de 33 años. Por su parte, Miguel A. B. M., que sufrió una herida incisa en una pierna -la que le impedía andar-, está ingresado en el Clínico fuera de peligro y su evolución es satisfactoria.

La deflagración sorprendió a los empleados de la planta de ensayos químicos cuando tres de ellos, incluido el jefe del laboratorio, realizaban una reacción en el 'kilo lab' de la esquina de la primera planta en presencia de un cliente catalán, L. A. B., de 56 años, en torno a las 11.50 horas. «No sabemos lo que pudo pasar, porque esa prueba se había realizado mil veces en los últimos seis meses», relata David Morchón, pero algo falló esta vez y el reactor del laboratorio saltó por los aires y se llevó consigo el esquinazo del edificio y cuantos cristales -«el trozo más grande tendría el tamaño de una monedo de un euro»- separaban las seis salas de investigación de la primera planta de 'Raga'.

Impacto en los agentes

José V. M. realizaba otra prueba distinta lejos del reactor, pero la onda expansiva le fracturó el recipiente -un matraz de cristal- con el que trabajaba y la sustancia que manipulaba le dio de lleno y entró en combustión. «Sé que pudo ser peor», explicaba ayer su compañero David -destinado en la 'planta piloto' anexa al inmueble siniestrado y que no ha sufrido daños-, «porque hoy -por ayer- me ha impresionado mucho ver cómo ha quedado la empresa».

No menos impresionado se mostraba ayer por la mañana uno de los guardias civiles que acudió al lugar del siniestro a inspeccionar la nave y que explicó a los trabajadores que se arremolinaban alrededor que sus compañeros habían «vuelto a nacer». No en vano, la deflagración derribó el muro de ladrillo de la esquina del edificio y lanzó sus restos a más de diez metros distancia.

El gerente de 'Raga', Jorge Martín, entró con los agentes para sacar los objetos personales de los empleados de las taquillas de la planta baja.

hay gente con OOs!!! -aplaudir