Imprimir Página - LA MIEL Y LAS ABEJAS

El pasado 11 de Junio saltó la noticia: Los ministros de Finanzas de los países más ricos del mundo y Rusia (G-8) han alcanzado un acuerdo en Londres para condonar "inmediatamente" la deuda de 18 de los países más pobres del mundo, la mayoría en el África subsahariana. Visto así, fríamente, posiblemente todos deberíamos de sentirnos más orgullosos de la raza humana… ¡Esto está cambiando!, podría ser la opinión que expresaran las más optimistas. Sin embargo, uno no deja de ser escéptico; y me explico. El ministro de Economía británico, Gordon Brown, resaltó que "No es momento para la timidez, sino para la osadía". Y lleva razón, pero la osadía también supone no ejercer medidas de presión sobre países sumidos en la pobreza (se acuerdan de Irak), también supone la osadía invertir y devolver lo esquilmado durante largo tiempo a tanta infinidad de países, en su mayoría Africanos o Asiáticos, a los que estos omnipotentes países del G-8 (y alguno más) condujeron a su situación actual (cuando la mina no tiene más riqueza, la cierro, me voy, y que los de casa apechuguen las penurias)…Muy rápido se olvidan los colonialismos (Sudáfrica, India, Congo, Kenya….¿seguimos enumerando?...por supuesto, Sudamérica merecería mención aparte…¿se acuerda el Tío Sam?...¿se acuerda también convenientemente nuestro querido Estado Español?).
Yo creo que el señor Brown se equivoca, no en la osadía, no…sino en la forma de ser osado. Se debe de ser osado no sólo condonando deuda externa, también invirtiendo en sectores más útiles que el armamentístico, con el que parece que algunos disfrutan (si no tienes pistola, no eres nadie…). Además, el Señor Brown, creo humildemente que se equivoca al utilizar la palabra “osadía”….más bien debiese haber utilizado palabras tales como “humildad”, “reconocimiento”, “disculpa”…porque no olvidemos nunca que las diferencias de riqueza entre países tienen unas raíces profundas, muy profundas, que nacen no de otra manera más que del dominio del país débil sobre el fuerte a lo largo de los años…y esto se ha contemplado en la historia contemporánea, y aun somos testigos de ello.

¿De que le sirve la condonación de la deuda al chiquillo de África que cada mañana lo devoran las moscas?; ¿de que le sirven estas migajas a la madre que tiene una piltrafa seca por pecho y no puede amamantar a su hijo? ¿De que sirve llegar a un país abanderando la libertad pero con una metralleta en la mano para después dejar a sus ciudadanos en la estacada, y tan solo con el panorama de un suelo lleno de casquillos de bala? ¿De que sirve perdonar una deuda si el destinatario principal, el ciudadano, nunca te debió nada porque curiosamente nunca nada tuvo?

La triste realidad es que la diferencia estriba en momentos muy puntuales, como el momento de nacer. Moscas en Somalia….Don Perignon en Montecarlo; Miseria en el Sahara….canapés del mejor caviar en Davos…Que simple.

Señor Brown…. Ni usted ni ningún Ministro del Ilustre G-8 deben de sentirse culpables por condonar deudas…normalmente se da lo que sobra….La única culpa de los países Desarrollados es su nula atención a Proyectos de Desarrollo para los países del Tercer Mundo, a reparar daños causados a países que les sirvieron de granero hasta que los dejaron vacíos. La única culpa es que se preocupen más de la amenaza nuclear del vecino que del hambre y la miseria de las familias, de tener el Radar más sofisticado en vez de llenar más platos de comida…

Señor Brown…. A sus hijos ¿les condonaría deudas o se preocuparía de su futuro inmediato?...porque los que mueren día a día de hambre, si, de hambre…tienen boca, ojos, sangre, corazón…como sus hijos.

(Rask; 15/06/05)

LA MIEL Y LAS ABEJAS

"¿Dónde dormirá esta noche ese pobre viejo,
El que vaga por la calle sin tener morada,
Con la suerte consumida, como su pellejo,
Con las manos abatidas, como su mirada.
Ese que nos pide asilo en cualquier acera
Repitiendo su estribillo por una moneda.
El que nos preocupa, sólo de pasada,
El que nos acusa sin decirnos nada?
¿Dónde dormirá?
¿Dónde dormirá?

Quien no quiera saberlo
Que apague la luz
O entierre la testa
Como el avestruz
Y siga evitando tocar este tema
Y siga pensando, que no es su problema
Y afirme, tajante: ""Es más importante
La miel que las abejas"".

¿Cómo dormirá esta noche esa bienhechora;
La que se proclama ""dama de beneficencia"",
Que decora su paisaje como gran señora,
Con insignes personajes, como ""Su Eminencia"";
Que organiza mascaradas entre la nobleza
En apoyo a sus cruzadas contra la pobreza,
La que sobre todo, es de la doctrina
De curarlo todo con una aspirina?
¿Cómo dormirá?
¿Cómo dormirá?"

Quien no quiera saberlo
Que apague la luz
O entierre la testa
Como el avestruz
Y siga evitando tocar este tema
Y siga pensando, que no es su problema
Y afirme, tajante: ""Es más importante
La miel que las abejas"".

(Alberto Cortez)

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