Título: Carlos Ruiz Zafón Publicado por: amapola en 4 de Agosto 2008, 08:36:54 LOS AUTONAUTAS DE LA BLOGOSFERA
Hace ya unos cuantos años me tropecé con un delicioso libro de Julio Cortázar en el que el gran narrador argentino relataba una odisea de dos meses viajando por una autopista sin salir de ella ni un instante y explorando las curiosas criaturas que poblaban aquel universo de peajes, áreas de servicio y kilómetros sin fin. Me viene a la cabeza ese recuerdo a cuenta de algo que me sucedió el otro día, cuando, en un afán de explorar esa infinita autopista digital de la red, se me ocurrió pasar un par de horas navegando por la llamada blogosfera. En ella, cientos, miles o decenas de miles de ciudadanos de toda condición alzan su voz en el desierto de la conexión de alta velocidad para dejar caer opiniones, experiencias, sermones, diatribas o simples llamadas anónimas en busca de amistad u otras bondades que la existencia cotidiana deniega con su usual impertinencia. Al rato me asaltó la impresión de estar bogando en un bote por un océano desierto con las aguas infestadas de millones de botellas conteniendo mensajes perdidos en su interior a la espera de ser descubiertos. La inmensidad de voces olvidadas, de pensamientos y emociones colgados en muros frente a los que casi nadie cruzará jamás me produjo cierta tristeza. Algunas de las reflexiones y palabras que encontré contenían una rara belleza, como si se tratase de visados temporales del alma de personas emitiendo un SOS desde su ordenador en la penumbra de su habitación, poetas insomnes y filósofos a tiempo parcial. No faltaban tampoco los aprendices de inquisidores, tristes personajes envenenados de odio y amargura que no cesaban de verter bilis e intentaban entablar un diálogo cómplice con otras almas gemelas en el que unos a otros se consolaban y se decían que sí, que tú sí que tienes razón. Maravillas de la telefonía moderna. Otros casos muy interesantes eran los de quienes, tal vez embutidos en la vida real en una tribuna no todo lo poderosa e influyente que desearían, en el mundo virtual construían su ministerio con toda suerte de homilías y encíclicas dirigidas a un rebaño de groupis pusilánimes que acudían con adoración a la pequeña capilla electrónica. Unos y otros, con sus sensibilidades, sus afectos y sus cruzadas, parecían unidos en la necesidad de comunicar, de proyectar algo más allá del estruendoso anonimato de los días. La distancia y la seguridad de su identidad enmascarada les permitían abrirse de un modo que posiblemente la rutina cotidiana no hubiera tolerado. Mi impresión breve y superficial, fue que la red albergaba a grandes desconocidos con mucho que decir y también a muchas gentes infelices y llenas de rencor y cólera embotellada. A las dos horas me despedí de mis compañeros autonautas y decidí salir de la autopista y regresar al mundo real sintiendo que, para bien o para mal, tardaría meses en volver a entrar allí. Me parecieron entonces las calles de siempre mucho más vivas, y las gentes de carne y hueso, desprovistas de grandes gestos y proclamas, mucho más interesantes. A lo lejos se perdía el ruido de millones de botellas golpeándose unas a otras en el océano, sus mensajes para siempre olvidados y sus voces condenadas a vagar por el desierto de los que no tienen nombre o no se atreven a usarlo. Carlos Ruiz Zafón Magazine de La Vanguardia Título: Re: Carlos Ruiz Zafón Publicado por: JCarlos2013 en 4 de Agosto 2008, 20:39:26 Interesante y muy Cierto sin duda. GRACIAS por compartirlo -bye |