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Area GENERAL (Actualidad, Sexo, Humor y Varios) => FORO PRINCIPAL => Mensaje iniciado por: Arevir en 8 de Febrero 2008, 11:35:35



Título: Artículos para la reflexión
Publicado por: Arevir en 8 de Febrero 2008, 11:35:35
La reciente polémica que ha generado esta nueva propuesta del PP en cuanto al "contrato de integración" me ha hecho recordar unos artículos publicados en el Faro de Vigo hace 25 años.

A ver que os parecen.


IGUALDAD HUMANA Y MODELOS DE SOCIEDAD

Uno de los tópicos más en boga en el momento actual en que el modelo socialista ha sido votado mayoritariamente en nuestra patria es el que predica la igualdad humana. En nombre de la igualdad humana se aprueban cualesquiera normas y sobre las más diversas materias: incompatibilidades, fijación de horarios rígidos, impuestos –cada vez mayores y más progresivos- igualdad de retribuciones…En ellas no se atiende a criterios de eficacia, responsabilidad, capacidad, conocimientos, méritos, iniciativa o habilidad: sólo importa la igualdad. La igualdad humana es el salvoconducto que todo lo permite hacer; es el fin al que se subordinan todos los medios.

Recientemente, Luis Moure Mariño ha publicado un excelente libro sobre la igualdad humana que paradójicamente lleva por título "La desigualdad humana". Y tal vez por ser un libro "desigual" y no sumarse al coro general, no ha tenido en lo que ahora llaman "medios intelectuales" el eco que merece. Creo que estamos ante uno de los libros más importantes que se han escrito en España en los últimos años. Constituye una prueba irrefutable de la falsedad de la afirmación de que todos los hombres son iguales, de las doctrinas basadas en la misma y por ende de las normas que son consecuencia de ellas.

Ya en épocas remotas –existen en este sentido textos del siglo VI antes de Jesucristo- se afirmaba como verdad indiscutible, que la estirpe determina al hombre, tanto en lo físico como en lo psíquico. Y estos conocimientos que el hombre tenía intuitivamente –era un hecho objetivo que los hijos de "buena estirpe", superaban a los demás- han sido confirmados más adelante por la ciencia: desde que Mendel formulara sus famosas "Leyes" nadie pone ya en tela de juicio que el hombre es esencialmente desigual, no sólo desde el momento del nacimiento sino desde el propio de la fecundación. Cuando en la fecundación se funde el espermatozoide masculino y el óvulo femenino, cada uno de ellos aporta al huevo fecundado –punto de arranque de un nuevo ser humano- sus veinticuatro cromosomas que posteriormente, cuando se producen las biparticiones celulares, se dividen en forma matemática de suerte que las células hijas reciben exactamente los mismos cromosomas que tenía la madre: por cada par de cromosomas contenido en las células del cuerpo, uno solo pasará a la célula generatriz, el paterno o el materno, de ahí el mayor o menor parecido del hijo al padre o a la madre. El hombre, después, en cierta manera nace predestinado para lo que habrá de ser. La desigualdad natural del hombre viene escrita en el código genético, en donde se halla la raíz de todas las desigualdades humanas: en él se nos han transmitido todas nuestras condiciones, desde las físicas: salud, color de los ojos, pelo, corpulencia…hasta las llamadas psíquicas, como la inteligencia, predisposición para el arte, el estudio o los negocios. Y buena prueba de esa desigualdad originaria es que salvo el supuesto excepcional de los gemelos univitelinos, nunca ha habido dos personas iguales, ni siquiera dos seres que tuviesen la misma figura o la misma voz.

Esta búsqueda de la desigualdad, tiene múltiples manifestaciones: en la afirmación de la propia personalidad, en la forma de vestir, en el ansia de ganar –es ciertamente revelador en este sentido la referencia que Moure Mariño al afán del hombre por vencer en una Olimpiada, por batir marcas, récord…-, en la lucha por el poder, en la disputa por la obtención de premios, honores, condecoraciones, títulos nobiliarios desprovistos de cualquier contrapartida económica…Todo ello constituye demostración matemática de que el hombre no se conforma con su realidad, de que aspira a más, de que busca un mayor bienestar y además un mejor bien ser, de que, en definitiva, lucha por desigualarse.

Por eso, todos los modelos, desde el comunismo radical hasta el socialismo atenuado, que predican la igualdad de riquezas –porque como con tanta razón apunta Moure Mariño, la de inteligencia, carácter o la física no se pueden "Decretar" y establecen para ello normas como las más arriba citadas, cuya filosofía última, aunque se les quiera dar otro revestimento, es la de la imposición de la igualdad, son radicalmente contrarios a la esencia misma del hombre, a su ser peculiar, a su afán de superación y progreso y por ello, aunque se llamen asimismos "modelos progresistas" constituyen un claro atentado al progreso, porque contrarían y suprimen el natural instinto del hombre a desigualarse, que es el que ha enriquecido al mundo y elevado el nivel de vida de los pueblos, que la imposición de esa igualdad relajaría a cotas mínimas al privar a los más hábiles, a los más capaces, a los más emprendedores…de esa iniciativa más provechosa para todos que la igualdad en la miseria, que es la única que hasta la fecha de hoy han logrado imponer.

Mariano Rajoy Brey
(Diputado de A.P. en el Parlamento Gallego)

Publicado en El Faro de Vigo. 04.03.1983


Título: Re: Artículos para la reflexión
Publicado por: Arevir en 8 de Febrero 2008, 11:37:23
LA ENVIDIA IGUALITARIA

Hace algunos meses "FARO DE VIGO" tuvo la gentiliza de acceder a la publicación de un artículo en el que comentábamos un libro a nuestro juicio apasionante. ""La desigualdad humana" de Luís Moure-Mariño. Hoy pretendemos descubrir otro libro no menos magistral que analiza con profusión de detalles y argumentos aquella afirmación y el consiguiente problema de la igualdad-desigualdad humana, pero que añade a este estudio el de otro tema no menos importante e íntimamente unido al primero, cual es el de la envidia, uno de los más graves y perniciosos de los pecados capitales. El libro lleva por título "La envidia igualitaria". Su autor Gonzalo Fernández de la Mora. De entre sus pocas más de doscientas páginas, cuya lectura recomendamos a todos aquellos que quieran ampliar sus conocimientos sobre el hombre, destacaremos tres aspectos concretos y por encima de todo un mensaje general.

La primera parte de "La envidia igualitaria" tiene como objetivo básico, ampliamente logrado por cierto, el recopilar los escritos históricos sobre la envida. En ella se sintetizan los diversos estudios y opiniones que a lo largo de los tiempos ha provocado el pecado de la envidia. Desde los griegos hasta los contemporáneos pasando por los latinos, Sagrada Escritura, la patriótica, los medievales, los renacentistas, barrocos y modernos, todos los grandes pensadores han denunciado la malignidad de ese sentimiento.

En el segundo apartado del libro, Gonzalo Fernández de la Mora analiza de manera exhaustiva y profunda el problema de la envida –a la que define como "malestar que se siente ante una felicidad ajena, deseada, inalcanzable e inasimilable"-, de su utilización política (vaguedades como "la eliminación de las desigualdades excesivas", "supresión de privilegios", "redistribución", "que paguen los que tienen más…" son utilizadas frecuentemente por los demagogos para así conseguir sus objetivos políticos), las defensas ante la misma (la huida, la simulación y la cortesía son medios de que tiene que valerse el "envidiado" para evitar el provocar el sentimiento), y la manera de superarla que es la auto perfección y la emulación.

Por último, el autor dedica unas brillantes páginas a demostrar el error en que incurren quienes a veces conscientemente y utilizando el sentimiento de la envida y otras sin valorar el alcance de sus aseveraciones, sostienen la opinión de que todos los hombres son iguales y en consecuencia tratan de suprimir las desigualdades: El hombre es desigual biológicamente, nadie duda hoy que se heredan los caracteres físicos como la estatura, color de la piel… y también el cociente intelectual. La igualdad biológica no es pues posible. Pero tampoco lo es la igualdad social: no es posible la igualdad del poder político ("no hay sociedad sin jerarquía"), tampoco la de la autoridad (¿sería posible equiparar la autoridad de todos los miembros de un mismo gremio, por ejemplo, de todos los pintores o los cirujanos?), o la de la actividad (es difícil imaginar un ejército en el que todos fueran generales; o una universidad en la que todos fueran rectores), o la del premio, o la de oportunidades (las circunstancias, temporales, geográficas y familiares colocan inevitablemente a los individuos en situaciones más o menos favorables, nadie tiene la misma oportunidad mental, ni histórica, ni nacional: no es igual nacer en EE.UU. que en U.R.S.); ni siquiera la económica: "allí donde se ha implantado una cierta igualdad pecuniaria –mediante la nacionalización de los medios de producción, la abolición de la herencia, la supresión de las rentas del capital y la equiparación de casi todos los salarios- se han radicalizado las inevitables desigualdades de poder, creadores de desigualdades económicas quizá no monetarias, pero espectaculares. Aunque la cuenta corriente de Stalin no fuera superior a la del más mísero music, nadie podría afirmar la igualdad económica de ambos. Para imponer tal igualdad habría que eliminar el poder político, lo que es imposible".

Pero si importantes son todas y cada una de estas ideas, individualmente consideradas, a todas ellas trasciende el mensaje, o la pretensión final del autor sobre la que entiendo todos los ciudadanos y particularmente los que asumen mayores responsabilidades en la sociedad, debemos reflexionar. Demostrada de forma indiscutible que la naturaleza, que es jerárquica, engendra a todos los hombres desiguales, no tratemos de explotar la envidia y el resentimiento para asentar sobre tan negativas pulsiones la dictadura igualitaria. La experiencia ha demostrado d de modo irrefragable que la gestión estatal es menos eficaz que la privada. ¿Qué sentido tienen pues las nacionalizaciones? Principalmente el de desposeer –vid. RUMASA-, o sea, el de satisfacer la envidia igualitaria. También es un hecho que la inversión particular es mucho más rentable no subsidiaria. Entonces ¿Por qué se insiste en incrementar la participación estatal en la economía? En gran medida, para despersonalizar la propiedad, o sea, para satisfacer la envidia igualitaria. Es evidente que la mayor parte del gasto público no crea capital social, sino que se destina al consumo. ¿Por qué, entonces, arrebatar con una fiscalidad creciente a la inversión privada fracciones cada vez mayores de sus ahorros? También para que no haya ricos para satisfacer la envidia igualitaria. Lo justo es cada ciudadano tribute en proporción a sus rentas. Esto supuesto, ¿por qué, mediante la imposición progresiva, se hace pagar a unos hasta un porcentaje diez veces superior al de otros por la misma cantidad de ingresos? Para penalizar la superior capacidad, o sea, para satisfacer la envidia igualitaria. Lo equitativo es que las remuneraciones sean proporcionales a los rendimientos. En tal caso ¿por qué se insiste en aproximar los salarios? Para que nadie gane más que otro y, de este modo, satisfacer la envidia igualitaria. El supremo incentivo para estimular la productividad son las primas de producción. ¿Por qué, entonces, se exige que los incrementos salariales sean lineales? Para castigar al más laborioso y preparado, con lo que se satisface la envidia igualitaria. Y así sucesivamente. Juan Ramón Jiménez lo denunció en su verso famoso "Lo quería matar porque era distinto"; y el poeta romántico Young dio en la diana cuando afirmó "todos nacemos originales y casi todos morimos copias". Al revés de lo que propugnaban Rousseau y Marx la gran tarea del humanismo moderno es lograr que la persona sea libre por ella misma y que el Estado no la obligue a ser un plagio. Y no es bueno cultivar el odio sino el respeto al mejor, no el rebajamiento de los superiores, sino la autorrealización propia. La igualdad implica siempre despotismo y la desigualdad es el fruto de la libertad. La aprobación por nuestras Cortes Generales de algunas leyes como la última de la Función Pública constituye un claro ejemplo de igualdad impuesta pues pretende equiparar a quien por capacidad, trabajo y méritos son claramente desiguales y sólo va a servir para satisfacer ese gran mal que constituye la envidia igualitaria. Frente a ella sólo es posible la emulación jerárquica: hagamos caso de la sentencia de Saint-Exupery "Si difiero de ti, en lugar de lesionarte te aumento".

Mariano Rajoy Brey
(Presidente de la Diputación de Pontevedra)

Publicado en El Faro de Vigo. 24.07.1984


Título: Re: Artículos para la reflexión
Publicado por: Casual en 8 de Febrero 2008, 11:41:01
Pues qué te voy a decir. Unas palabras muy cuerdas las que has traído a colación. Un discurso no basado en la demagogia sino en la propia esencia del ser humano.

Te aplaudo la valentía.


Título: Re: Artículos para la reflexión
Publicado por: Arevir en 8 de Febrero 2008, 11:47:21
bueno, creo que has tomado mi post por otro lado.

Yo no estoy de acuerdo con estos artículos en absoluto y menos con el reciente "contrato"  -ok

Realmente es para que vieseis que las ideas de Rajoy ya vienen de lejos y que realmente no considera a los seres humanos iguales. Algo que, en teoría, la civilización occidental es lo que fomenta y lo que, en teoría, se quiere conseguir con dicho "contrato".

También os animo a que busqueis información del autor del libro en el que se basan estos artículos  -ok


Título: Re: Artículos para la reflexión
Publicado por: Casual en 8 de Febrero 2008, 12:00:01
Sé que tu intención con el post era otra... pero me vas a permitir la malicia...

Todo en esta vida es opinable y discutible, y yo estoy de acuerdo con una máxima que creo es de pura razón:

Todos los seres humanos debemos aspirar a conseguir tener, para nosotros y para todos los demás, los mismos derechos y obligaciones, pero no todos los seres humanos somos iguales.

Hay algunos más altos, más bajos, más inteligentes, más hábiles, más torpes...

El igualitarismo llevado a su extremo elimina la esencia de la individualidad humana, y yo respeto más a la persona; a cada ser humano, antes que al grupo humano.

Es cuestión de opiniones, claro, pero yo pienso así, y según parece, Marianito el torpe piensa igual.


Título: Re: Artículos para la reflexión
Publicado por: Clifor en 8 de Febrero 2008, 12:39:43
Yo también pienso que los hay más bajos, más inteligentes... y más egoistas y más muchas cosas. Es más, de cara al progreso, deberíamos comportarnos como en Esparta.

Porque los artículos no se limitan a decir que somos diferentes, si es que hacía falta un artículo para llegar a semejante afirmación, sino que además, los que son menos favorecidos son envidiosos de los más favorecidos. No sé en qué grupo se engloba él, eso no lo dice.


Título: Re: Artículos para la reflexión
Publicado por: Arevir en 8 de Febrero 2008, 12:41:33
aparte de hablar de un sistema basado en "estirpes"  :-\\\\ :-\\\\


Título: Re: Artículos para la reflexión
Publicado por: Clifor en 8 de Febrero 2008, 12:43:11
Bueno, tampoco nos podemos poner a juzgar artículos escritos hace 25 años ;)


Título: Re: Artículos para la reflexión
Publicado por: cordobita en 8 de Febrero 2008, 12:47:44
aparte de hablar de un sistema basado en "estirpes"  :-\\\\ :-\\\\
Estirpes?, comportarnos como en Esparta?

A ver, 2 personas criadas en la misma familia y con las mismas oportunidades educativas, económicas, laborales, etc, no llegarán indefectiblemente a tener la misma vida. La igualdad no se puede imponer.

La sociedad o el Estado debe limitarse a procurar que las personas puedan desarrollarse en todos los ámbitos sin trabas. Lo que no debe hacer es imponer modos de vida, modos de educación, modos de trabajo.


Título: Re: Artículos para la reflexión
Publicado por: Clifor en 8 de Febrero 2008, 12:53:35
Sí, Esparta... los más débiles al precipicio y así nos dejamos de arrastrar a esos envidiosos que sólo quieren frenarnos...

Mira, estoy de acuerdo en lo de imponer modos de vida... Vamos al post del contrato con los inmigrantes?


Título: Re: Artículos para la reflexión
Publicado por: Arevir en 8 de Febrero 2008, 12:53:41
Bueno, tampoco nos podemos poner a juzgar artículos escritos hace 25 años ;)

cierto, pero como ya dije, los recientes acontecimientos me los han recordado  -ok


Título: Re: Artículos para la reflexión
Publicado por: cordobita en 8 de Febrero 2008, 12:57:33
Sí, Esparta... los más débiles al precipicio y así nos dejamos de arrastrar a esos envidiosos que sólo quieren frenarnos...

Mira, estoy de acuerdo en lo de imponer modos de vida... Vamos al post del contrato con los inmigrantes?

Correcto. Modos de vida en libertad. O eres de los que piensan que hay que respetar modos de vida que violan sistemáticamente los derechos humanos?


Título: Re: Artículos para la reflexión
Publicado por: Clifor en 8 de Febrero 2008, 12:59:15
A estas alturas...


Título: Re: Artículos para la reflexión
Publicado por: cordobita en 8 de Febrero 2008, 13:03:38
A estas alturas...
A estas, a estas. Ya ves


Título: Re: Artículos para la reflexión
Publicado por: Clifor en 8 de Febrero 2008, 13:06:52
na ja...


Título: Re: Artículos para la reflexión
Publicado por: YoCamilo en 8 de Febrero 2008, 14:49:26
perdonad me estoy riendo

este post empezó muy largo muy largo

y cada vez contestáis con menos palabras...

me estoy imaginando así como des boxeadores tras 90 horas de combate... agotados que pufff na..

por cierto ... sabeis que las mujeres espartanas eran las más libre de toda grecia (en aquella época)

asi que la historia admite muchos matices...

que no se me echen encima no estoy defendiendo esparta... "sería una locura"   8)




Título: Re: Artículos para la reflexión
Publicado por: Clifor en 8 de Febrero 2008, 15:01:17
Hace mucho que no gasto largas parrafadas porque nos quedamos tres leyendo y, además, hace falta más que un ratillo para echar un ojo. Es el problema de los foros de internet (uno de ellos).

Parrafadas, con una cervecita y unas aceitunas.


Título: Re: Artículos para la reflexión
Publicado por: cordobita en 8 de Febrero 2008, 18:50:05
Hace mucho que no gasto largas parrafadas porque nos quedamos tres leyendo y, además, hace falta más que un ratillo para echar un ojo. Es el problema de los foros de internet (uno de ellos).

Parrafadas, con una cervecita y unas aceitunas.

Oye es verdad. A veces escribo unos ladrillacos enormes sin darme cuenta. Bueno, me percibo de ello cuando leo un hilo y veo uno de mis "ladrillos" y pienso: "esto no se lo ha leido nadie". Yo por mi parte, prometo "enladrillarme" menos.


Título: Re: Artículos para la reflexión
Publicado por: YoCamilo en 11 de Febrero 2008, 02:42:56


Oye es verdad. A veces escribo unos ladrillacos enormes sin darme cuenta. Bueno, me percibo de ello cuando leo un hilo y veo uno de mis "ladrillos" y pienso: "esto no se lo ha leido nadie". Yo por mi parte, prometo "enladrillarme" menos.

ah no.. tu no me cambies... tú sigue así...

ahora que ya te había enseñado a discutir hasta el final...  ;D

 -beer


Título: Re: Artículos para la reflexión
Publicado por: cordobita en 11 de Febrero 2008, 09:31:13


ah no.. tu no me cambies... tú sigue así...

ahora que ya te había enseñado a discutir hasta el final...  ;D

 -beer

Pero es verdad que con ladrillos nos quedamos 3 leyendo. Yo voy a intentar argumentar con muchas menos palabras, así todo es más dinámico


Título: Re: Artículos para la reflexión
Publicado por: sogtulakk en 11 de Febrero 2008, 09:59:49
Yo os leo, pero cuando sois cortitos.  :P :P
 Es verdad, los analisis de grandes escritos se quedan fuera de los pequeños momentos que vas dedicando a esto.

En cuanto al tema, quizá me quedo con el lema vivir y dejar vivir. Si dejamos que los gobernantes decidan teniendo como base la individualidad de cada persona o de cada grupo humano, al final nos vamos a convertir en simples titeres en sus manos.

Ya solo nos faltará el chip como a los perros.


Título: Re: Artículos para la reflexión
Publicado por: cordobita en 11 de Febrero 2008, 11:12:49
Yo os leo, pero cuando sois cortitos.  :P :P
 Es verdad, los analisis de grandes escritos se quedan fuera de los pequeños momentos que vas dedicando a esto.

En cuanto al tema, quizá me quedo con el lema vivir y dejar vivir. Si dejamos que los gobernantes decidan teniendo como base la individualidad de cada persona o de cada grupo humano, al final nos vamos a convertir en simples titeres en sus manos.

Ya solo nos faltará el chip como a los perros.

No he entendido lo que está en negrita. Qué quieres decir?


Título: Re: Artículos para la reflexión
Publicado por: sogtulakk en 11 de Febrero 2008, 11:17:38
Los gobernantes, en su ámbito territorial, deben decidir y trabajar sobre la colectividad, no haciendo distinciones entre diferente grupos étnicos, raciales, culturales o religiosos.


Título: Re: Artículos para la reflexión
Publicado por: cordobita en 11 de Febrero 2008, 11:48:16
Los gobernantes, en su ámbito territorial, deben decidir y trabajar sobre la colectividad, no haciendo distinciones entre diferente grupos étnicos, raciales, culturales o religiosos.
Entonces, la discriminación positiva...?


Título: Re: Artículos para la reflexión
Publicado por: sogtulakk en 11 de Febrero 2008, 12:02:03
Aqui estamos. Crea la contra entre los demás grupos. Como ejemplo, la finaciación a la Iglesia católica, crea la contra entre las otras confesiones, que se creen en el derecho de ser financiadas. Y otros muchos mas casos.





Título: Re: Artículos para la reflexión
Publicado por: cordobita en 11 de Febrero 2008, 13:16:36
Aqui estamos. Crea la contra entre los demás grupos. Como ejemplo, la finaciación a la Iglesia católica, crea la contra entre las otras confesiones, que se creen en el derecho de ser financiadas. Y otros muchos mas casos.





Si se tiene en cuenta solo y exclusivamente como una religión te doy la razón pero a la Iglesia se le financia por muchas más cosas.

Entonces, lo que dices es no a cualquier tipo de discriminación? Positiva o negativa?