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Los hinchas de River agotaron en sólo media hora las 2.865 populares disponibles para el clásico ante Boca, que el domingo a las 16 se jugará en La Bombonera. La novedad fue que la venta se realizó únicamente de manera telefónica, a través de la empresa Ticketet. Y las líneas no pararon de sonar desde las 8 de la mañana.

Los dirigentes de Boca decidieron no otorgarle plateas al público visitante, por lo cual los dirigentes de River mostraron su bronca. Y tratarán de conseguir más localidades. La popular tuvo un valor de $ 14, y sólo se pudo adquirir una por persona.

Por su parte, Boca no venderá populares ni plateas. Y sólo podrán ingresar los socios, abonados y los familiares de jugadores. Además, habrá cerca de 2.000 entradas de protocolo.

La tendencia, en los últimos enfrentamientos, parece haberse dado vuelta. Como si la paternidad nacida en los años 90 le estuviera jugando una mala pasada a Boca. Porque, a pesar de que fue el único que dio vueltas olímpicas del 2005 para acá, en los tres superclásicos más recientes hubo dos empates y un claro triunfo de River.

La última victoria xeneize fue el 22 de mayo del 2005, por la 14 fecha del Clausura, cuando ganó 2-1 con goles de Guillermo Barros Schelotto y del Chelo Delgado y el técnico era el Chino Benítez. Después de ese partido, en el Apertura 05, el Boca de Basile y el River de Mostaza Merlo empataron 0-0; en el Clausura 06, en el duelo Basile vs. Passarella fue 1-1, penal a Guille y gol de Palermo en el final, y en el último Apertura, con La Volpe vs. el Kaiser, fue derrota 3-1.

Incluso, de los últimos seis enfrentamientos, Boca sólo obtuvo ese triunfo. Porque antes del 2-1 con Benítez hubo dos ganados por River, 1-0 en el Clausura 04 y 2-0 en el Apertura 04, los dos con Astrada de técnico. ¿Ahora cambiará la mano con Román?

Algún día tenía que pasar. Ese romance de Guillermo Barros Schelotto con Boca parece que llega a su fin. Los rumores de que el Mellizo se va al fútbol de Estados Unidos cada hora que pasa son más fuertes. Y el domingo es el Superclásico en La Bombonera. ¿Se irá con un triunfo bajo el brazo? Seguro, es su sueño. Todavía él no habló y esquivó el tema. No quiere que nada obstaculice las miradas que están con el partido con River.

Poco importa a qué club se iría. Lo importante es que después de diez años deja el xeneize. La semana que viene se incorporaría al Columbus Crew, equipo que participa de la liga estadounidense de fútbol. Ya tendría todo cerrado y por dos temporadas cobraría dos millones de dólares.

El Mellizo no es titular en Boca desde hace tiempo, y Miguel Angel Russo tiene a varios jugadores antes que a él. Aunque Barros Schelotto tuvo su oportunidad ante Gimnasia y no la desaprovechó. El problema es que se lesionó y tuvo que volver a estar lejos de las canchas. Ahora está en condiciones de jugar y se viene River. ¿Lo pondrá el técnico unos minutos? Si es la despedida, puede ser.

La Liga de Estados Unidos está contratando jugadores de renombre para alzar las ventas. A partir de junio ya estará David Beckham. Y el mexicano Cauhtemoc Blanco. Buscan que llegue Marcelo Salas y Romario. Además, sueñan con el retorno de Zinedine Zidane al fútbol.

Yo digo Boca 5 - River 0


Pronóstico dedicado para ti, jorge... :P

Me estoy tocando el testículo correspondiente  :P :P

Boca 1- River 3


A por ellos!!!!!!!!!!!! ya nos contaras el partidazo gauchito -aplaudir

       Ficharan a Romario para que meta el gol nº 1000 ??


                 No sigo mucho el futbol argentino amigo mio, que gane
        el mejor ...  o sino, que ganen los tuyos

                   -aplaudir -aplaudir -aplaudir -aplaudir -aplaudir

En este caso coincide el mejor con los míos  ;D ;D ;D, así que gracias por partida doble  -ok

y yo que he hecho fuerza por el Barakaldo hasta por teléfono

y me pagás así ?

 :P :P

A qué hora española será el partido Jorge?, porque igual lo puedo ver.

Entiendo que es a las 16.30 acá, así que sería a tus 21.30; pero me fijo y te lo confirmo

José María Aguilar, presidente de River, volvió a respaldar a Daniel Passarella. Y lo hizo a cuatro días del Superclásico, en medio de los rumores que señalan que el técnico podría dejar su cargo si consigue un mal resultado ante Boca. "Va a sacar adelante esta cuestión, más allá de que el domingo perdamos. Creo a muerte en este proyecto", expresó.

Aguilar fundamentó su apoyo. "Lo apoyo a Passarella porque creo firmemente en este proyecto, en estos jugadores y en este cuerpo técnico", dijo en declaraciones a De una con Niembro, por radio La Red.

Otra de las versiones indicaba que Aguilar había mantenido una reunión con Marcelo Bielsa en los últimos días. Pero el dirigente se encargó de desmentirla: "La única vez que nos juntamos fue en 2002, después del Mundial. Fue la última vez que tuve el gusto de verlo, nunca más hablé. Ni yo ni ningún integrante de la comisión directiva".

Nada lo inquieta, lo molesta. A Miguel Angel Russo no se le mueve un pelo, y poco importa que sólo falten cuatro días para el Superclásico. El encuentro del domingo significa mucho, porque Boca podría dejar lejos de la pelea a River. ¿Eso lo afecta al entrenador? No, en lo más mínimo. "La semana la vivo normal", aseguró el técnico de uno de los líderes del Clausura.

El xeneize llega como favorito, aunque Russo explicó que éste es un "partido distinto". "Nosotros no pensamos en ser banca, vamos a tratar de jugar noventa minutos de la mejor manera y hacer la nuestra", aclaró en declaraciones a Radio La Red y TyC Sports. Boca le ganó con facilidad a Vélez como visitante y mantiene intactas sus chances en la Libertadores, mientras que el Millonario sólo empató con Belgrano en el Monumental y quedó eliminado en la Copa.

En el entrenamiento de hoy, el técnico debió suspender la práctica por la tormenta que azotó a Buenos Aires. Se quedó con siete minutos menos, y se cayó uno de los arcos. Los jugadores de la Selección no estuvieron presentes en la práctica, y recién mañana se incorporarán al resto del plantel.

Juan Román Riquelme se entrenó hoy en forma diferenciada debido a una fatiga en el muslo derecho, pero no tendrá inconvenientes en llegar en condiciones al superclásico del próximo domingo ante River Plate.

Russo no confirmó el equipo, pero lo que sí informó es que Guillermo Barros Schelotto irá al banco de suplentes. La única duda pasa por la defensa. Puede volver Morel Rodríguez, y ocuparía el lugar de Silvestre o Clemente Rodríguez. "Buscaremos qué es lo mejor", expresó.

Sobre la posible transferencia del Mellizo al fútbol de Estados Unidos, el DT dijo que ayer había hablado con él. "No sé si es el último, son resoluciones que tiene que tomar él", comentó.

En la foto  Román, Guille, Palermo, Ledesma y C. Rodríguez

Daniel Passarella ya tiene los once nombres para enfrentar el domingo a Boca, en La Bombonera. Y, con relación al partido contra Belgrano de Córdoba, el Kaiser hará cuatro cambios. ¿Quiénes serán los titulares? Carrizo; Ferrari, Nasuti, Lussenhoff, Tuzzio; Augusto Fernández, Ahumada, Ponzio y Belluschi; Rosales y Marcos Ruben.

En la práctica de hoy, el técnico fue separando de a grupos a los jugadores que estarán desde el arranque en el Superclásico para ir hablándoles y dándoles las últimas indicaciones. Primero lo hizo con los hombres de ataque: Rosales, Ruben y Belluschi. Y luego con Augusto Fernández, Ahumada, Ponzio, Tuzzio, Ferrari y Nasuti.

Por su parte, quedó confirmado que Ariel Ortega no ocupará un lugar en el banco de suplentes, ya que quedó afuera de la lista de los veinte convocados para el partido.

El partido comenzará el domingo a las 16, y será arbitrado por Sergio Pezzota. Passarella sabe que se trata del encuentro más importante que le queda a River en el semestre. Y, pese a que el presidente José María Aguilar, declaró que continuará sea cual sea el resultado, él mejor que nadie es consciente de lo importante que sería un triunfo en La Boca para calmar las aguas en Núñez.

Russo ya tiene en la cabeza el equipo de Boca para enfrentar a River, aunque todavía no lo oficializó. La única duda estaba en la defensa, y después del entrenamiento de esta mañana parece que está todo claro. Morel vuelve a los titulares y Clemente seguirá como marcador de punta. Así, el que queda afuera del Superclásico del domingo en La Bombonera sería Silvestre.

La práctica fue muy positiva para el técnico. Golearon 5-0 a un conjunto de juveniles, en un partido que duró cincuenta minutos. Los tantos los marcaron Neri Cardozo, Riquelme, Palermo y dos de Palacio. Russo paró a los que estarían desde el arranque frente al Millonario. Formó con Caranta; Díaz, Morel, Ibarra y Clemente Rodríguez; Ledesma, Banega, Cardozo y Riquelme; Palacio y Palermo.

"Un empate no les serviría mucho para revertir la situación", afirmó Palermo, pasándole la presión a River de una forma muy sutil. Hay especulaciones sobre qué saldrá a hacer el equipo de Passarella, y el goleador cree que si quieren seguir peleando el campeonato "tienen que salir a ganar". El objetivo es claro para el Loco: "Tenemos que sacar a un rival directo en la lucha por el Clausura".

Otro de los que habló luego del entrenamiento fue Morel Rodríguez. "El que juegue va a querer hacer las cosas bien y nos van a querer ganar como sea", declaró en referencia a los cambios que podría tener el Millonario. Elogió la actuación de Boca contra Vélez y espera repetir este domingo. "Jugamos bien y se ganó, estamos buscando eso", comentó el defensor que volverá a los titulares después de cumplir la suspensión por las cinco amarillas. Ya está todo listo, faltan apenas tres días para que empiece a rodar la pelota.

Cada vez son más los extranjeros que visitan Argentina y dedican un día para empaparse con el folclore de la pelotita. Y en ese tema, sin dudas que el choque de xeneizes y millonarios se torna el principal atractivo. Más aún si se juega en La Bombonera, como será este domingo, donde habrá cerca de 500 simpatizantes de otros países. "Hasta de Bulgaria vienen", cuenta uno de los organizadores. Impactante.



Por Ignacio Ortelli, de la Redacción de Olé.com.ar iortelli@claringlobal.com.ar



 
EMOCION. Muchos extranjeros visitan el país sólo para ver el Superclásico. (www.tangol.com)



Cuando el próximo domingo, a las 16.10, suene el silbato de Sergio Pezzotta y se ponga en marcha una nueva edición del Superclásico, sus corazones comenzarán a latir bien fuerte. No son hinchas de Boca, tampoco de River. No se trata de los 796 periodistas acreditados, mucho menos de la terna arbitral, sino de los más de quinientos turistas de todas partes del mundo que irán a La Bombonera para sentir en carne propia lo que alguna vez vieron por televisión, a la distancia, y que les cuesta mucho encontrar en sus Tierras.

"Muchos viajan sólo para ver el partido. Pero también hay personas que vienen a conocer Buenos Aires y que cuando se enteran que juegan Boca y River nos piden que los llevemos a la cancha", le cuenta a Olé.com.ar, Ernesto Saponaro, responsable de Seefootball, una empresa que se encarga de acompañar a turistas a los estadios. Los países que más visitas aportan al partido son Inglaterra, España, México y Ecuador. Sin embargo, la pasión por el Clásico de los Clásicos no conoce de distancias: el domingo van a ir israelíes, australianos, ingleses y búlgaros.

Saponaro cuenta que la firma a la que representa planifica rigurosamente el traslado a la cancha, para evitar cualquier tipo de inconveniente y asegurar la seguridad de sus clientes. "Al Superclásico vamos a llevar alrededor de 250 personas, divididos en grupos de hasta 15 personas. Cada grupo viaja en una camioneta muy confortable y con un guía", adelanta.

Lucas Markowiecki, director de la empresa Tangol, asegura que el choque del domingo generó una gran expectativa. "Hace casi un mes que se agotaron todos los paquetes, en total llevaremos unas 70 personas. Si bien el fútbol es una excusa más por la que vienen al país, el River-Boca es el partido más importante y el que todos quieren ver", afirma en diálogo con Olé.com.ar.

El club de La Ribera saca ventaja en cuanto a la preferencia de los extranjeros. "A Boca nos piden ir siempre. Que sea en La Bombonera genera un atractivo especial. A River también, pero en menor cantidad. Otro equipo al que quieren ver es San Lorenzo, con esta buena campaña", dice Markowiecki. Y enseguida agrega: "La mayoría de los latinos saben mucho del fútbol argentino, lo siguen por televisión y se conocen a casi todos los jugadores. En cambio, los europeos sólo saben los nombres de los que jugaron allá o de las principales figuras".

La escasez de entradas es un tema que afecta mucho al turismo futbolero. "Nosotros podríamos vender más paquetes, pero en La Bombonera se complica mucho porque no hay lugar. Eso en El Monumental no pasa, porque tiene muchas plateas", explica Saponaro.

Al igual que aprender a bailar tango, dar una vuelta por Caminito o comer un buen asado, ver un Superclásico representa una propuesta única que la Ciudad le puede ofrecer a un turista. "El fútbol es un rasgo característico de Argentina y lo viven con mucha emoción. Pero no sólo vienen a ver el partido, sino que también les gusta comprar merchandising de los clubes, en especial a los europeos que están acostumbrados a que en los estadios haya shopping. En eso acá estamos un poco atrasados, sólo Boca y River tienen tiendas similares, pero de todas maneras el día del partido se complica, y mucho más en un Superclásico", concluye Markowiecki.

Un clásico es un clásico. Y mucha más si es un Superclásico. ¿Qué quiere decir esto? Que no importa cómo llegue cada uno y que lo apasionante de este deporte es ir descubriendo a través de 90 minutos cómo es el resultado final. Pero en este juego del hincha y del periodista que se unen cómplices con el fin de anticipar jugada.

Boca llega como puntero. Le ganó al Vélez de La Volpe y comenzó a espantar algunos fantasmas. Cuenta con Juan Román Riquelme, Martín Palermo y Rodrigo Palacio en plena forma. Además, en el banco espera Guillermo Barros Schelotto para ¿retirarse? en una tarde emotiva. El técnico, Miguel Russo, es nuevo y tiene hambre de gloria. El equipo está más armado como tal, como equipo. La Bombonera estará colmada, y en su mayoría por hinchas locales.

River no está tan bien. Se quedó afuera de la Copa. La gente insultó a Passarella en el Monumental. El problema de Ariel Ortega es una espina que incomoda en el vestuario Millonario. José María Aguilar, su presidente, es muy cuestionado. El club no consigue un título desde el Apertura 2004, y parece que seguirá sumando. La mayoría de los jugadores actuales tienen poca o ninguna experiencia en Superclásicos. Belluschi, el líder futbolístico no está en su mejor nivel...

¿Algo asegura que vaya a ganar uno u otro? No. Pero los hinchas también juegan. En una encuesta publicada en Olé.com.ar el 57 por ciento de los votos dan a Boca como el ganador, entre casi 100.000 lectores que participaron de la propuesta. La gente, la mayoría, lo ve como ganador al equipo de Russo. No piensa lo mismo Ricardo Gareca, gran conocedor de ambos clubes. "Boca llega mejor futbolísticamente, pero imagino un empate cerrado", opinó tras la consulta de Olé.com.ar.

¿Quién ganará el domingo? Hay que esperar. Porque River se puede agrandar ante la adversidad como tantas otras veces lo ha hecho. O Boca se puede quedar con el partido dándole la derecha a los pronósticos. Es un Superclásico. Y los pingos se ven en la cancha...

Ruben, es 16.10 hora argentina, así que 21.10 tuyas

Gambetea y gambetea. Una, dos, tres, cuatro veces. Si la relatara, sería la jugada de su vida, porque todos, absolutamente todos, quedaron en el camino. Pero no hay caso. No hay manera de que Guillermo diga públicamente si se va de Boca. Ni siquiera Mario Pergolini, en un ambiente de charla cordial y divertido, logra por radio aquello que el mundo Boca buscó confirmar en estos días. Firme, el Melli amaga y sale. Aunque se ponga serio y le cueste. Aunque un montón de gente, en la puerta de la Bombonerita, ya le cante lo que escuchará en la Bombonera grande mañana mismo: "Y Guille no se va, y Guille no se va". Sin embargo, hay un sello de su esencia que el mellizo ayer no censuró. Este partido contra River, con más razón si es el de la despedida, no iba a impedir que él, justo el hombre de las mil chicanas, se quedara sin cantar la última y sin ofrecer al final de la frase esa sonrisa pícara que seguramente se extrañará en la previa de los próximos superclásicos.

En Rock & Pop, entonces, tampoco el Melli aventuró su futuro inmediato en Estados Unidos, pero dejó su clásica marca. La charla había entrado, como el delantero quería, en el terreno futbolístico y sobre todo en las especulaciones coperas que había dejado el triunfo de Toluca ante Bolívar. Ahí, el Melli dio una clase de posibles situaciones y aclaró el panorama de muchos. "No es que tenemos que hacer tres goles sí o sí, porque si gana Toluca o gana Cienciano, a nosotros nos alcanza con el 1-0", explicó. Hasta que llegó la pregunta del movilero Mariano Sena, cuya dosis de ironía Guille captó enseguida por conocer que el periodista es confeso hincha de River. Y no pudo con su genio...

—¿Te imaginabas que a esta altura iban a estar sacando cuentas?

—Prefiero poder sacarlas...

Pum. A continuación, la sonrisa traviesa del 7 bravo completó ese escenario que por radio no se ve. No hizo falta el "je". Todos se rieron de la ocurrencia, clara alusión a la eliminación de River en la Copa. La última chicana era un hecho.

Antes, cuando la incomodidad a la hora de responder sobre su partida al Columbus Crew de la MLS ponía en claro que la decisión está, Guille había hablado de lo que había que aprovechar de este momento de River. "El punto más débil es la inseguridad que deben tener hoy como equipo. Por eso, hay que atacarlos", contó, con esa contundencia conceptual que también se llevará.

En definitiva, su propio comportamiento marca que no habrá otro súper para Guille. Esas sensaciones que no se pueden manejar ante algo tan fuerte como su salida dieron una muestra más de que habrá que prepararle la despedida para mañana. Varios fueron los indicios: sobre todo, su silencio. Claramente, el Melli no quiere interferir ante un choque tan especial. Como ídolo que es, sabe que la repercusión que traería el fin del ciclo del hombre más ganador de la historia del club, desviaría el foco de atención y eso podría perjudicar al equipo en un partido tan importante. Hasta en eso mostró nobleza: se puso el chaleco y aguantó las balas. Si supiera que se va a quedar no habría puesto obstáculos en decirlo. Ayer, incluso, dio otra señal: hay un grupo de mujeres hinchas que siempre lo veneró, con la famosa Mirta a la cabeza (se autodenomina su segunda mamá, por el gran fanatismo que tiene por el Melli), le prepararon pancartas de despedida en la Bombonerita. A ellas, Guille les prometió una camiseta. Y en busca de acelerar muchos de los trámites que tiene por estas horas, pidió que la entrega se hiciera hoy y no la semana que viene. Quizá porque ya no lo verán como antes.

ajajajajaj sabes ke era broma boludin..gracias por la info y suerte gaucho  a ver si tengo alguna manera de escucharlo...sabes de algu sitio online de radio pa oirlo?

Las 16.10 será la hora del arranque. Sergio Pezzotta dará el comienzo y dirigirá su quinto clásico. Pero el partido arrancó mucho antes, claro. Hubo una semana que tuvo de todo. Y que terminó con Ariel Ortega mirando el partido desde Jujuy y con el Mellizo Barros Schelotto sentado al lado de Russo. Con Nelson Rivas ni siquiera concentrado y con Bruno Marioni por la misma senda. Con Russo diciendo que "Boca nunca llega tranquilo, acá siempre hay urgencias". Y Passarella filosofando: "Nadie se juega la vida en un partido de fútbol"...

Y no será las 4 de la tarde el horario real del arranque del partido. Nada que ver. Estará la previa de las radios, de la televisión, y de la gente a pura adrenalina. Todo eso también tendrá su lugar. Y en las concentraciones lo mismo. La de Boca arderá desde temprano, ahí en pleno centro en la calle Moreno en el Hotel Intercontinental. Y la de River estará bien ansiosa en Pilar, para almorzar apurados y arrancar hacia La Bombonera en búsqueda de la felicidad en tiempos complicados.

No habrá Superbarras porque las cabezas de ambas hinchadas no pueden ingresar al estadio (la de Boca, además, está en el penal de Ezeiza). Un aliciente al menos. Y si estarán cerca de 1.000 turistas que compraron el paquete Superclásico con paseo por La Boca, almuerzo típico, entrada a la cancha y festejo, o no, final en un lugar especial.

En suma, un partido que emociona desde el momento en el que la cancha ya se instala en la mirada del hincha cuando va camino a ver los 90 minutos de fútbol más emocionantes que una entrada pueda comprar. Por el juego mismo, o por el ambiente inigualable que se respira cada vez que hay un Boca-River.

Fijate en www.lu2.com.ar  o en

www.continental.com.ar

Gracias al che boludin, algunas fotos previas de aquel momento emocionante de este clasico de caracter mundial, donde ya las graderias se llenan de toda esa gente avida de emociones intensas, y es que no es para menos que muchas personas del mundo acudan a este acontecimiento .......... y es que no siempre se va a tener la oportunidad de ver a tanto pelotudo junto.  ;D :P :P

Un abrazo cariñoso che pelotudo.  -juasjuas -juasjuas

Club Atletico Boca Juniors "La Bombonera"

Nombre del estadio: Alberto J. Armando Dirección: Brandsen 805, Capital Federal Fecha de inauguración: 25 de mayo de 1940 Capacidad: 57.395 espectadores Constructor: Ingeniero José L. Delpini La Bombonera se inauguró el 25 de mayo de 1940, durante la Presidencia de Eduardo Sanchez Terrero. El domingo 2 de Junio de 1940 fue el primer partido oficial en el nuevo estadio. Boca Juniors enfrentó a Newell s Old Boys de Rosario y le ganó 2 a 0 con goles de Alarcón y Gandulla. En el año 1949, se inició la construcción de la etapa definitiva del gran sueño boquense, y en 1953, éste cobró total realidad tras sucesivas inauguraciones de las obras, tales como la terminación de la tercer bandeja. Tambien ese mísmo año, se inauguró la iluminacion artificial del estadio. Desde ese año, La Bombonera no sufrió modificaciones hasta el año 1996, cuando bajo la Presidencia de Mauricio Macri se Reinauguró la Bombonera. Para ello, se demolieron los antiguos palcos que daban a la calle Del Valle Iberlucea, reemplazándolos por una pequeña tribuna. Sobre la mísma, se construyeron los nuevos palcos, esta vez hechos de estructura metálica. También sobre la calle Del Valle Iberlucea, recientemente se inauguraron dos enormes murales, realizados en forma artesanal por el artista plástico Pérez Celis, que unen el sector populares de la vieja Bombonera, con los nuevos palcos. Además, adornan dichas paredes, quince obras realizadas por el artista Romulo Macció. En 1986, se decidió llamar a la Bombonera oficialmente con el nombre de "Dr Camilo Cichero", en honor al haber sido el presidente, en cuyo mandato. se colocó la piedra fundamental para la construcción del estadio. En 2002, bajo la presidencia de Mauricio Macri, se cambió el nombre oficial por el de "Alberto J. Armando"

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Este es el ambiente de fiesta que se vivira hoy. -alabar

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Me estás emocionando, boludo

K 514

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Ya macho, se viril, se viril, naa de mariconadas  -juasjuas -juasjuas

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La Bombonera y alrededores, el barrio de Boca, donde el caminito, el tango y el bandoeon lucen sus encantos, al lado del rio donde se juntan para dar vuelco a sus emociones.

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Y ahora si, a vivir de la emocion de las tribunas a pleno. -alabar

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aporto una que creo no pusiste

Y por supuesto, no podia faltar la bandera.

Pues aun falta mas, alguna que otra sorpresa por alli, pero ya que te adelantas.

En fin, un abrazo majete, ya regreso con algo mas desues, y que gane el Chacarita  :P :P

Espero que te haya gustado.  -beer -beer

y otra bandera, la que dice: "podrán imitarnos pero igualarnos jamás"

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Y tambien estan los alrededores de la Bombonera, en el barrio de Boca.

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Bueno che boludo, suerte  -beer -beer

Al descanso 1-0 para Boca, que marcó el gol en los primeros minutos -ok

empató river a los 5 minutos d la segunda parte

Bueno como diria jorge:

Empató river en cuanto abrí la boca  ;D

Ay Danini, Danini  -cabezon -cabezon ;D ;D

(del diario Ole)
Daniel Passarella pudo respirar tranquilo una vez que Sergio Pezzotta pitó el final del partido que Boca y River igualaron 1-1 en La Bombonera. Porque cuando se fue a los vestuarios al finalizar la primera etapa, el panorama era mucho más negro: el equipo de Russo estaba arriba en el marcador y dominaba completamente el trámite.

"En el primer tiempo nos perdonaron la vida porque se erraron muchos goles", dijo el Kaiser. Y agregó: "Nosotros no hicimos nada, el equipo no estuvo agresivo. En el complemento hubo un cambio de actitud muy grande y hasta pudimos haberlo ganado", declaró a radio La Red.

Por su parte, el defensor Cristian Nasuti, en sintonía con el pensamiento del técnico, expresó: "En el segundo tiempo renovamos las ganas y pudimos mejorar. Teníamos que cambiar la imagen, poner un poquito más. Tuvimos varias situaciones para llevarnos los tres puntos".

(del diario Ole)

Miguel Angel Russo aseguró, al término del partido que Boca igualó 1-1 frente a River en La Bombonera, que es "difícil mantener el nivel de juego del primer tiempo", pero también quedó conforme con la "levantada" de su equipo en los últimos minutos.

"Más allá de la amargura por no poder convertir, lo bueno fue que llegamos mucho. Sin dudas que el gol de Rosales en el comienzo de la segunda etapa nos sorprendió. Después dividimos la pelota y pero sobre el final tuvimos cuatro chances de gol", contó el entrenador de Boca.

"En el complemento perdimos muchas pelotas en el medio, pero el rival también juega", tiró Miguelito. Sobre la situación de Guillermo Barros Schelotto, quien podría pasar al fútbol de Estados Unidos, el DT reconoció que el jugador "todavía no tenía nada definido".

(del diario Ole)

Habría que remontarse muchas temporadas en la historia del Superclásico para encontrar una diferencia previa tan grande, anímica y futbolísticamente hablando, entre los los dos equipos. Boca entonado, con un equipo que cada vez se parece más a aquel de memoria que dirigía el Coco Basile, coqueteando con la punta y dependiendo de sí mismo en la Copa Libertadores. River golpeado, con una rotación obligada por flojas actuaciones individuales, eliminado del torneo continental y muy cuestionado por sus hinchas. El local llegaba, definitivamente, mejor pisado a la edición 180ª del choque más importante del fútbol argentino.

En el otro platillo de la balanza, aparecían algunos atenuantes que emparejaban un poco la cosa. Un historial que muestra que no siempre el favorito se ha impuesto en estos compromisos. Además, los dirigidos por Russo habían dejado ver grietas defensivas, en aquellos partidos en los que Boca no pudo conseguir la ventaja de entrada (Central, San Lorenzo, Godoy Cruz) para después manejar el partido. El equipo de Passarella, por último, había sufrido principalmente contra aquellos rivales que lo esperaban con mucha gente (Caracas, LDU, Gimnasia J, Belgrano) con una exasperante falta de gol. Pero había tenido sus mejores pasajes de fútbol cuando le jugaron de igual a igual (Colo Colo, Racing) y sus jugadores gozaron de ciertas libertades. Algo es algo.

El clima previo en La Bombonera era impresionante, a pesar del día desapacible. Alimentado con ingeniosos cantitos y algunos datos de color: Passarella entrando con un paraguas con los colores de River y el afectuoso saludo de Riquelme para el técnico. La mayoría local estalló a sólo 45 segundos de iniciado el partido, cuando Ledesma combinó con Palacio, éste para Riquelme, y Román dejó solo a Ledesma ante Carrizo para abrir el marcador.

Es que salieron más enchufados los locales. Con el libreto aprendido e interpretado al pie de la letra en esos primeros minutos. Con el toque en el mediocampo como bandera y los oles que bajaban de la tribuna como combustible. El gol tempranero daba la tranquilidad para manejar el partido, el mejor escenario para el equipo de Russo. Y el peor para el de Passarella.

Tuvo que salir a buscar el empate River. Y el trámite se equilibró un poco en apariencia. Porque con espacios Boca esperaba agazapado para dar otro golpe en cualquier momento. Habían pasado sólo once minutos y ya sumaba otras dos oportunidades: una falla de Nasuti dejó solo a Palermo frente a Carrizo, quien controló el puntinazo de derecha. El arquero también controló un tiro desde la medialuna de Cardozo, que no traía mayores riesgos. Boca era mucho más y llegaba fácil al área de River.

Dos veces más salvó Carrizo la caída de su arco. Riquelme probó y el arquero dio rebote, que cayó en la zurda de Palacio. Pero otra vez salvó el uno de River. Boca ponía en evidencia las diferencias acumuladas en la previa y se lo llevaba puesto a River. Hecha la diferencia siguió atacando con mucha solvencia. Y, con mucha presión, no dejaba que el rival tuviera la pelota. La mitad de la cancha era una zona de tránsito donde la pelota pasaba poco tiempo. Con muchas libertades para la creación, Riquelme sacaba amplias ventajas para mover los hilos de cada ataque local. Belluschi y Ponzio casi no aparecían en el visitante.

La diferencia en el marcador no estaba de acuerdo con lo sucedido en el campo de juego. En la primera media hora de juego Boca ya había acumulado suficientes méritos como para estar a más de un gol de distancia de River. Los de Passarella no encontraban respuestas al dominio abrumador de su rival. La falta de equilibrio del equipo y todos los desacoples entre líneas quedaban en evidencia permanentemente. Y sólo la gran actuación de Carrizo evitaba que la derrota fuera más abultada.

Por eso habría sido injusto que en la primera llegada clara de River al área de Boca Ruben hubiese anotado el empate. El rechazo de un centro de Rosales le quedó a Belluschi, quien buscó el arco de Caranta. En el camino la pelota fue peinada por el 9 visitante y salió muy cerca del travesaño. Corrían 37 minutos y era lo mejor (y lo único) que el visitante podía exhibir en su haber, en un primer tiempo en el que había sido superado ampliamente. Lo único que acumulaban en esa primera mitad sus jugadores eran tarjetas amarillas: Augusto Fernández, Ahumada y Ferrari.

El arranque del segundo tiempo fue más equilibrado. River comenzó a explotar ciertos desajustes en el sector izquierdo de la defensa de Boca, con pelotas a espaldas de Neri Cardozo. Clemente quedaba muy solo y Rosales y Augusto Fernández se las ingeniaban para desequilibrar por ahí. El empate llegó, sin embargo, por otro lado y en el momento menos pensado. Ruben buscó en profundidad a Rosales, que entraba en diagonal de derecha a izquierda. El ex Newell's y Ajax sacó un disparo de izquierda, su pierna menos hábil, que rozó en el pie de Morel y desacomodó a Caranta.

Sorpresivamente el partido era otro. Los jugadores de Boca no estaban tan finos como en la primera mitad. Riquelme no encontraba tantos espacios para pensar y armar la jugada porque Ahumada y Ponzio lo empezaron a seguir más de cerca. River, en cambio, mejoró mucho y cuando recuperaba la pelota salía disparado rápidamente para el arco de Caranta.

En suba uno, y en baja el otro, las cosas se emparejaron y las llegadas comenzaron a ser más esporádicas con respecto a lo sucedido en la primera mitad. El ritmo del partido bajó mucho. Tal vez Boca haya sentido el desgaste realizado. Augusto Fernández le ganaba seguido a Cardozo. Ledesma estaba muy cansado y la gente empezó a pedir al Mellizo Guillermo. Rosales y Ruben complicaban al fondo local con veloces corridas que en la mayoría de los casos no terminaban en situaciones concretas por falta de precisión en los últimos metros.

El partido estaba abierto para cualquiera de los dos. Boca apostaba a algún centro para Palermo (de Riquelme o de Ibarra), un faro de referencia en el área rival, siempre esperando que la pelota le llegara pasada, por detrás del último hombre de la defensa. Lo tuvo Belluschi, a los 33, pero su media vuelta salió apenas desviada. Lo tuvo Palermo, a los 35, pero su cabezazo se fue por arriba del travesaño. El final se hizo vibrante y los dos equipos empezaron a responder golpe por golpe.

Los nervios fueron in crescendo y los jugadores de Boca sacaron fuerzas de quién sabe dónde para ir a buscar el triunfo que les devolviera la punta. Lo arrinconaron a River contra su arco en esos últimos minutos, pero volvió a responder con categoría Carrizo para evitar la caída de su arco. Y casi lo pierden al jugar rápido un tiro libre que derivó en una contra de Ruben. El disparo del delantero se fue apenas desviado por el segundo palo. Y casi lo ganan cuando una carambola en el área de River terminó en el córner. Y otra vez Ruben se perdió el triunfo cuando cabeceó alto un centro de Rosales.

Ese emocionante final lleno de situaciones fue un digno cierre para un partido que había despertado enormes expectativas. El empate final se pareció más un castigo para el local, que tuvo el resultado en su poder, sobre todo durante toda la primera mitad, y no lo supo cerrar. Para River, luego de la enorme diferencia en esa primera mitad, el resultado fue un gran consuelo. Sólo la obtención del campeonato podría hacer olvidar a sus hinchas todas las frustraciones de este semestre.

Una pena, porque el partido estuvo para golearlo.

De no ser por el arquero (y la ineficacia de Palacio y Palermo), el primer tiempo Boca tendría que haberse ido arriba por no menos de 3 goles.

El segundo se emparejó mucho, mejor River los primeros 30 minutos y Boca fue a buscarlo al final nuevamente, y casi lo pierde por querer jugar rápido un tiro libre  -cabezon -cabezon

De todas maneras, jugando como jugó Boca ayer, ninguna duda que van a ser muchos más los partidos que se ganen que los que se pierdan.

El arquero de River (al que no tenía visto mucho) confirmó que esté en la selección, muy sobrio y muy seguro (y con una dosis de suerte importante, porque el tiro libre que le saca a Riquelme lo saca con un pie cuando se había jugado contra un poste y la pelota tras un rebote iba al medio  -cabezon -cabezon)

Pero bueh, estamos a dos puntos de San Lorenzo y creo que el fin de semana que viene en Mendoza no gana, veremos si Boca gana en Rosario