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Area GENERAL (Actualidad, Sexo, Humor y Varios) => FORO PRINCIPAL => Mensaje iniciado por: snowbros en 22 de Febrero 2007, 12:29:25



Título: Entrevista a Zapatero.
Publicado por: snowbros en 22 de Febrero 2007, 12:29:25
“La libertad y la vida de la gente está por encima
de la lucha partidaria”


Cuando nos recibió, en su despacho de Ferraz, hacía 24 horas que había sido proclamado candidato a la presidencia del Gobierno por el Partido Socialista, después de dos años al frente de la Secretaría General. José Luis Rodríguez Zapatero había enmarcado en sus raíces y en su historia de triunfos y luchas por la libertad, errores y persecuciones, al nuevo PSOE que celebraba, con orgullo, el 20 aniversario del triunfo de Felipe González, en las elecciones del 82, que abrieron el período más largo y profundo de la modernización de España. Estaba feliz porque el acto de Vista Alegre alumbraba una nueva esperanza para los socialistas.



Pregunta: Después del 35 Congreso, ¿en algún momento pensó que no iba a ser el candidato socialista a la Moncloa?

Respuesta: El Partido Socialista tiene unos procedimientos democráticos que son la esencia de lo que representamos. Era lógico que esos trámites se cumplieran. Desde luego, cuando fui elegido Secretario General, creo que mi responsabilidad abocaba a que fuera así y una vez confirmado como candidato, lo que me corresponde es agradecer, con todo mi cariño, la generosidad de todos los compañeros, en estos dos años y en este momento.


P: ¿Qué sensaciones tuvo en el acto de Vista Alegre en el que se proclamó su candidatura y se conmemoró el triunfo socialista del 82?
R: La sensación, sobre todo, era de orgullo por militar en este Partido desde hace 18 años y, especialmente, por los militantes de base. Lo dije al principio, “este es vuestro acto”, porque son los que han conseguido ese puente entre la reivindicación de la etapa del 82, la etapa de los gobiernos de Felipe y el lanzamiento del futuro del Partido para ganar las próximas elecciones. Ahí hubo un hilo mágico de la historia, que se fundió y creo que los que, en silencio, han puesto ese hilo han sido los militantes.


P: ¿Qué le parece la reacción del PP uniéndole a Ud. a los errores del pasado, de los Gobiernos socialistas del 93 y 94?
R: La verdad es que el PP tiene poco pasado y ningún futuro. La derecha española es mejor que no mueva mucho la historia, ¿no?. Creo que hay una especie de pacto, desde la transición, desde la Constitución, para que no volvamos atrás y, una vez más, demuestran su escasa generosidad y su falta de visión de lo que ha sido el proceso de los últimos 25 años, que ha sido muy bueno para España, lo tienen que reconocer y, en ese proceso, hay 14 años de gobiernos del Partido Socialista. Cuando ellos celebren su décimo aniversario de la victoria del 96, nosotros seremos respetuosos y comprenderemos y entenderemos que celebren una victoria como la del 96. Me parece un poco triste que ni siquiera respeten la conmemoración de días muy importantes para nosotros y para España.



EL TIEMPO DE LA POLÍTICA LO MARCAN LOS CIUDADANOS

P: ¿Qué hacía Ud. el 28 de octubre del 82?
R: Estuve todo el día trabajando. Era responsable de coordinar el día electoral en León y me dediqué a visitar colegios electorales, respirando el ambiente de victoria que se palpaba, hasta el punto de que, a través de las urnas, sin necesidad de abrirlas se veían los puños y las rosas. Fue una noche que, por las insistencias de Felipe en pedirnos calma, no llegamos a celebrarlo como hubiésemos deseado, por lo menos la gente de mi edad, tenía 22 años.


P: Se habla mucho de la memoria estos días. Se recuerda el exilio en una exposición, se trabaja en la recuperación de la memoria, ¿qué es hoy el Partido Socialista, qué fue?
R:El Partido Socialista, en su fundación, tuvo una voz que era la voz organizada de los débiles, la de Pablo Iglesias, la voz organizada de los que no han tenido ventaja en la vida, de los que, en las reglas normales del juego, económico, de la influencia social, normalmente, no están en primera línea. Esa es la voz del Partido Socialista, la voz de la gente normal, de la gente que tiene que hacérselo todo en la vida por sí misma y que no está en los centros de poder y en los centros de influencia. Es la voz de los que no han tenido posibilidades en la vida.





P: ¿Es la voz que el PSOE quiere llevar al Parlamento, para darle vida?
R: Es la voz que queremos llevar al Parlamento, pero esa voz tiene que ser masiva y clamorosa, de mucha gente, estoy hablando de multitudes, la gente quiere participar, la gente quiere que se cuente con ella a la hora de hacer política, a la hora de sentir aspiraciones y eso es lo que ha caracterizado a los mejores momentos del Partido Socialista y ahora tenemos que repetirla.
Cada gran objetivo - conseguir viviendas asequibles y sociales, una educación con igualdad de oportunidades reales, conseguir un país volcado en la investigación, en la innovación, en el desarrollo, conseguir avanzar en las libertades civiles de la gente, en la transparencia democrática - no puede ser el esfuerzo de grandes parlamentarios o de un partido con 250.000 militantes, tiene que ser el esfuerzo de una gran mayoría social, a la que no sólo tenemos que pedir el voto, sino que nos acompañe y nos de ideas para expresar la voluntad de la mayoría.


P: En el 82 hubo una persona que catalizó todas las esperanzas e ilusiones del Partido y de una generación, Felipe González. ¿Qué es hoy y que significa Felipe González en el socialismo español?
R:Felipe González es la referencia más importante del socialismo español en su etapa moderna. Creo que eso está absolutamente claro para la historia, claro para la política en España y muy claro para los militantes del Partido. Es una persona que goza de un gran afecto y de un gran cariño entre los compañeros del Partido. Creo que se vio, de una forma muy importante, en Vista Alegre. Lo dijo él muy bien, la identidad es la memoria y quien no tiene memoria no tiene identidad.


P: ¿Estamos volviendo, en el momento actual a la crispación? Se molestó mucho el Gobierno porque no le avisó que iba a intervenir en el debate de presupuestos y han amenazado con represalias parlamentarias.
R: Es una tentación que tiene el Partido Popular, permanentemente, quizá porque creen que eso les puede resultar útil para la confrontación. ¡Ojalá no avancen en esa dirección!. Creo que los ciudadanos españoles quieren una vida política serena, limpia y, desde luego, yo voy a mantenerme en esa línea de actuación.


P: Habla Ud. mucho de paciencia, ¿qué es la paciencia en la política?
R: Saber esperar, como en la vida. Y saber esperar representa que el tiempo de la política lo marcan los ciudadanos y no lo marca el voluntarismo de los políticos, saber que en las sociedades democráticas hay algo que se llama opinión pública que es como la gente va conformando un pensamiento, una opinión más lenta, más sosegada, de un calado distinto a lo que se produce en la vida de los políticos. Creo que la gente valora la serenidad y la paciencia.


P: ¿Qué queda de la sociedad española del año 82?
R: La verdad es que creo que queda muy poco. Creo que se ha producido un cambio fundamental en la sociedad española en estos 20 años. Simplemente cuando uno ve las fotos de aquellos mítines, se da cuenta de cómo ha avanzado este país en todos los órdenes... Bueno, algunos tics de la derecha quedan. Porque cuando estos días estamos recordando que Fraga había dicho, que una victoria de Felipe iba a ser como la invasión de los musulmanes, y el otro día escuché decir al ministro Montoro que si gana el Partido Socialista nos expulsarán de la Unión Europea, es claro que permanecen algunos tics de la derecha.


P: ¿Qué es lo que queda por hacer en la España actual?
R: En España quedan por hacer, básicamente, tres cosas: preparar a nuestro país para que el sistema productivo y económico se sustente en las bases de la innovación de la ciencia, de la investigación, esto nunca lo hemos conseguido en España. Nunca nuestro país ha estado a la vanguardia en esta materia, hemos estado siempre de espaldas a la ciencia y siempre hemos dejado que inventen otros, este es un objetivo esencial para el futuro de nuestro país si España quiere -y yo creo que puede- estar en la línea de los países más avanzados. En segundo lugar, creo que hay que continuar un proceso de conquistas sociales, de nuevos derechos sociales, que tienen que ver mucho con el nuevo modelo de la familia, su papel social y el trabajo que, inevitablemente, obliga a esta sociedad a dar nuevos derechos sociales y, en tercer lugar, tiene que haber un proceso de mejora de la democracia en todos los ámbitos, en el Parlamento, en la Administración, en los medios públicos de comunicación, en los municipios, en el desarrollo de derechos y libertades nuevas que son imprescindibles.
Por tanto hay una triple prioridad: España como un país de vanguardia en el campo de la investigación y el desarrollo, nuevas conquistas sociales y un avance sustancial de la democracia.




P: ¿Qué es lo más negativo y lo más positivo de la llegada de la derecha al poder, en el 96?
R: Lo más positivo, sin duda alguna, es que la derecha ha gobernado este país, por primera vez en su historia, con una Constitución democrática, eso es muy positivo. Nunca había pasado, porque la experiencia de la UCD era otra cosa, fruto de la transición y, además, era el centro, un centro muy heterogéneo y algo teñido de izquierda. El PP es la derecha, heredera de Alianza Popular, que era una derecha dura y franquista en sus orígenes. Eso es muy positivo.
Lo más negativo, sin duda alguna, es que se ha intentado y conseguido, en parte, y habrá que reponer la situación, una nueva fase de apropiación de poder político y económico en el ámbito de las grandes empresas, de poderes sociales muy relevantes, de los medios de comunicación, etc. Yo creo que eso es un intento de poner un velo a la ciudadanía para que no sepa lo que pasa realmente, de cómo se distribuye el poder político y económico y que, una parte importante de lo que es la política, de lo que es lo público, esté fuera de la política y fuera de lo público, esté lejos de nuestro alcance como ciudadanos. Esto es lo más negativo. Por cierto, es lo que ha hecho la derecha siempre en este país: les gusta el poder pero no la política.


P: ¿Hay mucha confusión entre lo público y lo privado, se trata de convertir intereses privados en públicos?
R: Por supuesto. Aquí hemos vivido un proceso en el que el Gobierno ha ido conformando una serie de empresas partidarias, empresas al servicio de un partido. Lo ha hecho de una manera muy clara, nombrando presidentes que, en su lógica, no actúan en representación de lo que significan planes empresariales u objetivos empresariales sino, estrictamente, planes políticos, de partido, es decir, de control del poder. Esto es, claramente, una confusión entre lo público y lo privado, en el peor de los sentidos, porque ya no es sólo que a algunos les haya ido muy bien este proceso con las stock options y otras prebendas. Esto es preocupante, pero es mucho más grave que haya un poder que tiene el control, en estos momentos, de la mayoría parlamentaria, del Gobierno que hace intromisiones para el control del poder judicial, y de una parte muy importante del poder económico, de las grandes empresas, de sectores estratégicos y del poder mediático. Este es el modelo y esto ahoga la democracia, resta espacio a la ciudadanía, al debate, a la deliberación y, lógicamente, es un freno poderosísimo a un avance social y a un reparto más justo de la riqueza.


P: Sin embargo la corrupción se le sigue atribuyendo al PSOE, en este país...
R: La derecha tuvo una especial habilidad para calentar mucho la vida pública ante casos graves que hubo durante algún gobierno del Partido Socialista. Pero creo que lo que puede ser el uso indebido, el abuso, el aprovechamiento de una responsabilidad pública para fines privados e ilícitos, es algo frente a lo que siempre hay que estar vigilante, a lo que siempre hay que reaccionar. Sinceramente, la derecha debería haber tenido algo más de prudencia, porque no parece que muchos de los ambientes en los que ellos han estado y se mueven, sean los que puedan dar ejemplo.


P: Hay una serie de tópicos establecidos entre la opinión pública y que, determinados medios, tratan de fomentar: el terrorismo lo combate mejor la derecha que la izquierda, la seguridad ciudadana está mejor con un gobierno de derechas que con un gobierno de izquierdas...
R: En mi opinión la izquierda está en mejores condiciones de defender el Estado, en su conjunto, porque cree más en lo público. Tener unos buenos servicios públicos es tener un Estado fuerte y, por tanto, un Estado más cohesionado. Creo que la izquierda siempre ha apostado por una buena educación pública, una buena sanidad pública, una buena seguridad pública. Esto ahorma un Estado, fortalece al Estado ante la conciencia de la ciudadanía y, por tanto, creo que nosotros tenemos, en ese terreno, muy buenas condiciones y, en este instante, la gran legitimidad de haber dado una lección que la derecha nunca aprendió ni practicó: dar el apoyo permanente, sincero, en la lucha contra el terrorismo que, en estos momentos, dirige el Gobierno del Partido Popular.


P: ¿El pacto antiterrorista no es casi una trampa para el PSOE?
R: Creo que es un pacto para que ETA pierda toda esperanza, es un pacto para que los ciudadanos tengan la confianza de que unos hechos, que tanto alteran la vida pública, que descorazonan, que tanto afecta a los sentimientos y a la vida de la gente, están por encima y al margen de la lucha partidaria. La democracia es capaz de eso, es el único sistema que puede tener alguna zona de consenso, incuestionable, porque afecta a la esencia de la convivencia. Preservar ese acuerdo que, además, propuse yo al Gobierno, me parece esencial y más allá de la tentación que sientan los partidos de utilizarlo, el mensaje a la ciudadanía es que por encima de todo está la convivencia ciudadana.


P: ¿No hipoteca la autonomía política de los socialistas en el País Vasco? R:Creo que no y, además, el Partido Socialista en Euskadi tiene su personalidad. Una cosa es lo que puede ser la lucha contra el terrorismo y otra lo que representa una política autonómica. Es verdad que ha habido coincidencias estratégicas con el Partido Popular, con matices, pero también es verdad que el PNV la facilita mucho.


P: Tiene Ud. el futuro por delante y muchos retos pendientes: la integración en Europa, que consiguieron los socialistas, ¿cómo se vive hoy?
R: El proyecto europeo es el de más expectativas y posibilidades para la gente. Cada vez que los pueblos se han unido, en la historia de la humanidad, han avanzado. Lo que hoy es el Estado, como organización, es un proceso de unión y, por tanto, este proceso que abarca, además, el ámbito cultural, es un proceso de oportunidades para la gente. Lo que tenemos que hacer es una Europa más de los ciudadanos. Queremos una Constitución europea, queremos una carta de derechos fundamentales en esa Constitución, queremos mantener la cohesión social y queremos que los poderes europeos sean poderes más democráticos, más inteligibles, más pensados para los ciudadanos, que es lo que da sentido a la profundización de la Unión Europea.


P: ¿Cohesión territorial y cohesión social?
R: Van íntimamente vinculadas. Creo que la cohesión territorial es un elemento fundamental para hacer cohesión social y creo que esos son dos pilares determinantes de un política de izquierdas.


P: ¿Está en peligro la cohesión territorial después de la propuesta de Ibarretxe?
R: Pienso que no. Podemos atravesar algún momento de dificultad, pero esa propuesta carece de bases sólidas, tanto teóricas como prácticas. Hoy no tiene ningún sentido que una parte del Estado que es, casi más, un Estado miembro de la Unión Europea que un Estado-nación, se plantee esa fórmula. No tiene ninguna base teórica, jurídica y ninguna viabilidad práctica. Por tanto, más allá de la zozobra, de la inquietud, y de los problemas que va a plantear, en Euskadi, creo, sinceramente, que no nos debe de llevar a ningún escenario de preocupación.


P: ¿La distribución del ingreso?
R: Hay un proceso de incremento de las desigualdades en España. La política fiscal es una clara expresión de ese retroceso. Ha aumentado la presión indirecta, que es lo que pagamos todos, y la fiscalidad directa favorece, descaradamente, a las rentas más altas. Además de eso, el gasto público ha descendido, como elemento de redistribución y, por lo tanto, hay un deterioro claro de las posiciones de igualdad social que este país había conseguido, pero las recuperaremos.


LA VOZ DEL PSOE ES LA DE LA GENTE NORMAL



P: ¿Calidad en los servicios públicos, empezando por la educación, por qué está discutiendo el Parlamento un ley de calidad de la enseñanza?
R:La derecha no cree en lo público que, por esencia, es lo que es para todos igual y, especialmente, para aquellos que no pueden acceder, por falta de recursos económicos, a otras vías, que son especialmente privadas y muy caras. Han dejado caer la educación pública para que mucha gente de clase media, ante el deterioro de muchos centros y ante el aumento del fracaso escolar, saque a sus hijos, haciendo un esfuerzo económico importante, para centros privados. Han dejado que se deteriore la sanidad pública hasta que se han oído muchas voces de alarma, es una línea de actuación con los servicios públicos.


P: La sanidad ya está transferida a las autonomías...
R: El Estado tiene que, uno: garantizar una igualdad de prestaciones sanitarias en todo el territorio nacional, esto es muy importante y, dos: tiene que hacer una política de coordinación para la mejora de la calidad y de apertura a lo que representan los nuevos aspectos, las nuevas fronteras de la investigación en el ámbito de la biotecnología. Esta es la función de un Ministerio de Sanidad, que pusiera la ciencia por encima de las creencias y que diera muchas más expectativas, de lo que en estos momentos hace, a mucha gente con enfermedades muy graves.


P: ¿Estamos volviendo, en este y otros campos, a un estado cuasi confesional?
R: Creo que España necesita recuperar un proceso de laicidad de forma subliminal, poco a poco, en diversos ámbitos. La derecha quiere confesionalizarnos, recuperar, a través de grupos que son muy conocidos, una cierta confesionalidad. Tengo un compromiso muy fuerte para que este país tenga una democracia laica, es importantísimo.


P: ¿Las viviendas son caras porque los españoles tienen mucho dinero para comprarlas?
R: Esto ha sido la mejor muestra de la forma en que entienden el país, el desconocimiento que tienen de la gente y cómo viven las familias en España. Yo me he preguntado estos días, con quién se relacionan Cascos y la mayoría de los ministros, para pensar que aquí todo el mundo tiene mucho dinero y lo invierte en la compra de pisos. Me ha parecido una ofensa a la sensibilidad de los ciudadanos, que ha visto cómo se ha multiplicado la especulación del suelo y los beneficios de determinadas constructoras de una manera escandalosa. Creo que la vivienda tiene que ser un derecho y creo que la sociedad no puede permitir que las familias hipotequen toda su vida para tener un techo propio. Esta va a ser una de las grandes prioridades del Partido Socialista, en los próximos tiempos.


P: ¿Piensa que algún día la derecha le va a aceptar un pacto sobre la inmigración?
R: Cuando gobernemos vamos a promover un gran acuerdo con la derecha o sin la derecha. Haremos un gran acuerdo con sindicatos, con empresarios, con Comunidades Autónomas, con Ayuntamientos, con Organizaciones No Gubernamentales. Me parece que esto es esencial, que haya un acuerdo de convivencia sobre las leyes, la administración, la gestión y los valores que hay que transmitir, con carácter pedagógico, a la ciudadanía en la escuela, en el trabajo, en la calle, en la cultura, en todos los ámbitos. Me parece que transmitir un mensaje de convivencia e integración sería sumamente importante.


P: ¿Desde el Gobierno no se está trabajando en sentido contrario?
R: El Gobierno envía mensajes muy negativos y bastante insensatos, porque España va a tener un crecimiento de la inmigración. Entre otras cosas, porque, económicamente, puede hacerlo y, además, tiene una parte positiva para lo que representa nuestra seguridad social, nuestra previsión, nuestra fuerza de trabajo, natalidad, etc. Lo que hay que hacer es organizar bien la inmigración, con principios que funcionen, con una Administración que gestione eficazmente este hecho que nos beneficia. La verdad es que me producen mucha tristeza los mensajes que lanza el Gobierno relacionando a la inmigración con la delincuencia.


P: ¿Qué le espera al Partido Socialista en los dos años que quedan, hasta las elecciones del 2004?
R: Creo que lo mejor está por venir para el Partido Socialista, en esta nueva etapa. Nos espera un proceso creciente de apoyo y de recuperación de la ilusión, de recuperación de la política, de recuperación del interés del ciudadano por la vida pública. Mi intuición es que van a ser dos años muy bonitos para la izquierda.


P: ¿Qué le pide a los militantes para estos dos años?
R: Que estén todos los días como en Vista Alegre.


Los actos familiares quedan en el ámbito privado
El nuevo candidato del PSOE no es muy dado a las confidencias sobre su familia, le gusta disfrutar de su intimidad.

“El triunfo del 82 lo celebré en familia, en el ámbito del partido y, muy especialmente, con mis padres... Nos dimos un abrazo mi padre y yo, muy emotivo, porque significaba mucho, después de tantos años de persecución a la izquierda, condenada al silencio y a la marginación, el volver a ser Gobierno en España. Era de una intensidad emotiva enorme”.
P: ¿Estaba presente el recuerdo de su abuelo asesinado?
R: Estaba presente de una manera muy importante y viva, como lo ha estado en Vista Alegre, es normal... y el recuerdo de tanta gente. Yo tenía un doble sentimiento al recordar a mi abuelo y pensar en mis hijas.
P: ¿Qué les dijo, antes de ir al acto de Vista Alegre?
R: Querían estar con su padre, querían ir... pero, comprendieron que era un poco de lío... Mis hijas han nacido en un país con una profunda consolidación de la democracia, son muy pequeñas, empiezan ahora a atisbar lo que significa el trabajo de su padre y lo único que quieren, normalmente ahora, es que vuelva pronto a casa.
P: Por cierto ¿boda privada o boda como la que hemos visto hace poco?
R: Desde luego, todos los actos que puedan ser familiares, en mi caso, van a ser privados y discretos, porque eso es lo que me gusta. Dicho esto, yo respeto que cada uno le guste y haga las cosas como las quiera hacer. A mí la familia me llama a la intimidad, a la discreción, a disfrutar entre nosotros.
P: ¿Qué le dijo a su mujer, Sonsoles, mientras iban en el coche hacia el acto de proclamación?
R: Sonsoles estaba pendiente de muchos detalles, de que la entrada fuera una entrada adecuada, porque le habían tomado un poco el pelo algunos compañeros de la Ejecutiva, especialmente Pepe Blanco (“tienes que hacerlo bien, sonríe, camina con naturalidad”) y estaba pendiente un poco de eso. Ella, como siempre me ve tranquilo, no se preocupa mucho de sí misma y de sus gestos, pero estaba emocionada.
P: ¿Le ha cambiado mucho la vida?
R: Tengo mucho menos tiempo para la vida privada, para mi familia. Pero me ha cambiado para hacer una tarea que me apasiona. El saber que tanta gente te ha dado su confianza, que ha depositado en ti tantas ilusiones nobles, tantos sueños justos de cambiar las cosas en este país, de hacer una política mejor, más social, más auténtica, es la aventura de mi vida y exige una gran responsabilidad.
J. T.
 
Fuente: El Socialista


Título: Re: Entrevista a Zapatero.
Publicado por: snowbros en 22 de Febrero 2007, 12:30:19
La encontré por ahí... en realidad no la he leido entera, pero lo que he leído... cómo se nota que tienen "guionistas".