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- Un Viaje te transforma...
- No es viajar lo que te transforma, son las experiencias vividas durante el viaje las que lo hacen.

Hola a Todos:

Quisiera compartir con ustedes una de las experiencias más enriquecedoras de mi vida, la cual es mi viaje a Guyana, en donde estuve viviendo durante 9 meses.

Una pequeña Introducción

Para los pocos que me conocen y los muchos que no me conoces, yo soy Astaldo, vivo en Colombia y soy Colombiano, llevo ya aproximadamente 3 años en el foro y a finales del año 2005 partí en un largo viaje de casi un año, el cual me llevo a vivir 9 meses en la Guyana Francesa y pasar una pocas semanas en Francia.

Yo soy abogado, o bueno ya termine mis estudios y sólo me falta el título, en el 2005 un profesor nos ofreció a mí y 4 amigos más, quienes han sido mis mejores amigos desde que inicié mis estudios de derecho en 2005, la oportunidad de partir a la Guyana con el objetivo de hacer una maestría en derecho y aprender a hablar francés.

El razonamiento fue simple, hacer un post grado en el exterior y dominar un tercer idioma, son parte de mis planes a mediano plazo, es decir realizables en los 5 años siguientes a obtener mi título de abogado, esta oportunidad reduce ese tiempo en aproximadamente 3 años, así que sin más faltándonos sólo unos pocos meses para graduarnos, aceptamos la oferta y decidimos viajar a la Guyana.

Lo primero fue averiguar, ¿Qué es la Guyana Francesa? ¿Dónde Queda? ¿Qué idioma hablan? Y demás preguntas que uno hace antes de emprender un viaje. Bueno las respuestas fueron pocas, solo supimos que Guyana queda en Sur América, en la parte norte, justo encima de brasil y que para sorpresa nuestra y probablemente de los foreros que lean eso, resultó ser un departamento de ultramar francés, nombre administrativo que le dan en Francia a las tres antiguas colonias que aún tiene en nuestro continente.

Así que con esa poca información partimos hacia Guyana, un 14 de septiembre de 2005, para arribar a nuestro destino el 15 del mismo mes, luego de un extenuante viaje en avión de más de 24 horas.

¿Por qué más de 24 horas se preguntaran? Estando becados, Airfrance era quien nos pagaba los tiquetes, por lo que debíamos viajar únicamente con esa aerolínea, lo cual implicaba que debíamos tomar la corta y expedita ruta ofrecida por Airfrance para llegar a Guyana. Dicha ruta es simple partir de Bogotá, llegar a París, pasar la noche en París y partir en la mañana de París hacia Cayenne, la capital de la Guyana. Lo cual significó para los 5 viajeros la oportunidad de conocer paría así fuera por una pocas horas.

Refundidos en París.

Luego de unas extenuantes 11 horas de vuelo llegamos a París. Ninguno de los 5 colombianos que formábamos el grupo hablaba francés, así que allí estábamos nosotros con la reserva para una noche en un hotel, sin la más mínima idea de como hablar el francés y de como llegar al dichoso hotel, a duras penas entre los 5 lográbamos armar una frase medianamente coherente.

Supuestamente el medio-hermano de un amigo no estaría esperando en el aeropuerto, cosa que no sucedió; así que los 5 tomamos nuestras maletas; las cuales eran grandes, pues eran para un año de estadía en Guyana, y partimos rumbo al hotel.

En el aeropuerto estuvimos casi 3 horas logrando descifrar como comprar el tiquete del metro y el metro que debíamos tomar para ir al aeropuerto. Luego de una pequeña fila que tan sólo duro unos 30 minutos, compramos los dichosos tiquetes, y partimos rumbo hacia Chatilli - o como se escriba- lugar donde estaba nuestro hotel, hasta ahí, todo bien todo bien, llegamos tranquilos a la estación, un poco cansados pero sabiendo que estábamos cerca del hotel, y nos dispusimos a salir de la estación; OH problema! el tiquete no pasaba, así que la puertita para salir no se habría, estábamos estancados dentro de la estación y sin posibilidades de salir hacia la calle, ¡hacía París!

Obviamente intentamos hablar con una señora de la casilla, señora que sólo nos grito, por nuestra obvia incapacidad de hablar o siquiera balbucear su idioma. Pero bueno, como todo viaje no es viaje sin un accidente o un golpe de suerte, pues una ves que el accidente ya había pasado, sólo nos quedaba el golpe de suerte, y que grande es el destino, o la globalización? aún no lo se.  Nos hemos encontrado un francés que hablaba español, en el instante que terminábamos de ser regañados por la señora, y el nos ayudó a hablar con ella y explicarle nuestra situación, con el fin de lograr salir de la estación.

La respuesta fue, su tiquete sólo era para el circuito de parís, chantilli, esta fuera del distrito de París, requiere otro tiquete para poder dejar la estación, por lo tanto la solución más sencilla es que tomen un tren regresen una estación y salgan por ella para luego caminar hasta el hotel.

Vaya respuesta! regresen y caminen por una ciudad que no conocen y sin posibilidad de comunicarse. No hay nada más frustrante que no poder comunicarse con otro individuo, en ese momento uno se siente impotente, como una cucaracha, en particular porque en un país extraño, en done tu gente es estigmatizada si no te comunicas. La gente te ignora, ni siquiera hace el esfuerzo de entenderte. Y otro punto, los franceses no hablan ingles, son nulos para ello, así que tú les puedes hablar en ingles, igual ellos no te responderán.

Entonces, sin más opción que esa, y el francés que hablaba español para ayudarnos, tuvo que dejarnos porque estaba de afán, decidimos regresar una estación, pero no para caminar desde allí hasta el hotel, sino para en ella comprar un tiquete para poder dejar channtilli y buscar el hotel.

Una ves regresamos una estación, en nuestro estado, ya fatigados, confundidos y empezando a molestarnos, un señor, ya mayor, muy amable, pero que solo hablaba francés, mediante señas y gestos nos logró explicar, y acompañar a comprar los tiquetes para salir en la próxima estación (Chatilli).

Luego de darle las gracias, procedimos a volver a chantilli, salir de la estación, luego de salir de la estación, sólo nos faltaba encontrar el hotel. otra pequeña difícil tarea, dimos varias vueltas y caminamos varios minutos para lograr encontrar el hotel. En ese punto ya estábamos totalmente agotados y molestos así que hubo un punto en que el grupo se dividió en dos para encontrar el hotel, la suerte logramos encontrar el hotel.

Una ves en el hotel, tomamos una ducha descansamos y luego de un rato llegó el hermano de nuestro amigo, con quien decidimos partir a hacer una visita muy rápida de París.

Realmente fue corta, eso si caminamos como nunca, Los Campos Eliseos, La Torre, El Arco del Triunfo, El Senna, en fin...; llegamos a las 3 de la mañana al hotel, para partir a las 6 am rumbo al aeropuerto y tomar nuestro hermoso vuelo de 11 horas para llegar a Guyana y de vuelta a Sur América.

Fin de la primera de algunas de las historias de mi viaje a Guyana, espero les parezca interesante. Próxima entrega “Los primeros meses: Bienvenidos a la selva humeda”

Nos vemos luego.

Interesante suena tu travesia Astaldo, sobre todo con la barrera del idioma, que definitivamente hubiera sido mejor aprenderlo antes de iniciar viaje, pero en fin, cosas que suceden, suena interesante, sobretodo aquello que dices de la selva "humeda", y virgen tambien?  ;D :P, pues a ver que viene, solo espero que nos ea muy extenso el relato, un abrazo.  -beer -beer

Gracias Dick, espero no extenderme en esta ocasión.

Los primeros meses: Bienvenidos a la selva húmeda

Así es la selva húmeda, Guyana no es más que eso, selva por el sur, el mar caribe por el norte, pero este no es el mar caribe que todos soñamos ese de alguna de las islas de las antillas, con grandes playas, suaves olas y de color azul claro. No, en Guyana el mar es café, como un río, las olas son fuertes, y la playa es pequeña. Pero bueno hacia el sur la cosa es distinta, hacia el sur se encuentra la inmensa selva amazónica, repleta de fauna y flora y todo tipo de animales, un paraíso, para aquellos que amen la naturaleza y deseen vivir en ella por toda la vida. Pero para un grupo de colombianos, todos citadinos, es como imaginar 5 madrileños en medio de la selva, la primera impresión de la Guyana no fue la más alentadora.

Primero la llegada, uno llega a Guyana luego de varias horas de vuelo en las que lo único que ha visto en el horizonte es una línea que separa un azul claro de uno aún más claro, cuando se llega a Guyana, el paisaje cambia, ahora la línea divide un mar verde de un cielo azul claro. Lo primero que uno imagina es que va a aterrizar sobre un árbol. Luego, se ve un rió y lo que viene a ser una ciudad.

Superado el miedo a que tarzan sea quien abra la puerta del avión, nos encontramos ante un calor de unos 40 grados centígrados y un humedad asfixiante – por lo menos para mi fue así, Bogotá está ubicada a 2.600 mts sobre el nivel del mar y la temperatura promedio es de 18°-, encontramos la comitiva de bienvenida, no lo esperábamos, al punto que ellos debieron entrar a la sala donde uno recibe el equipaje a buscarnos porque fuimos los últimos en recoger las maletas y salir del aeropuerto.

Luego de ello nos dirigimos a la Residencia Universitaria de Cayenne, el que sería nuestro hogar durante 9 meses, por lo menos en el trayecto se pudo hablar un rato porque uno de los lideres del grupo que nos llevó a Guyana  habla español. Y además teníamos un guía o tutor que nos acompañaría la primera semana, solamente lo vimos dos veces en todos los 9 meses de estadía en Guyana.

La Residencia Universitaria

La residencia universitaria es todo un cuento, resultaron siendo solamente tres edificios uno con habitaciones dobles y los otros dos con habitaciones simples, a los colombianos nos ubicaron en dos cuartos dobles y uno en un cuarto simple. En nuestra ignorancia, puesto que todos somos ignorantes en la medida que desconocemos cosas que otros si saben, pues pensábamos que la Guyana al ser un departamento francés, pues  tendría algo de la riqueza y bienestar que supuestamente existe en Europa, al fin y al cabo, son el primer mundo.

Bueno, nos equivocamos, Guyana es el departamento más pobre y menos desarrollado de Francia y comparado con algunas regiones y ciudades de mi país, es también subdesarrollado. Nuestros cuartos resultaron siendo unos cuartos con camas, baño y un armario, no aire acondicionado, no ventiladores, no cicina, no nada,.

Dirán pero que piden aire acondicionado, estufa, etc, antes agradecidos que los becaron, lo acepto al principio fuimos exigentes, pero bueno si bien el aire acondicionado puede ser tomado como un lujo, un ventilador en un clima que oscila los 40° todos los días, resulta siendo un artículo de primera necesidad, y una cocina así sea con una cocineta de dos puestos, es lo mínimo que uno puede pedir para preparar los alimentos. Nosotros no teníamos nada de eso, y tampoco un solo euro para salir a comprar lo que necesitábamos al día siguiente de nuestra llegada, cosa muy difícil por dos razones.

Primero, llegamos un sábado a Guyana, no conocíamos el país ni la ciudad y resulta que allá, los comercios cierran entre el medio días y las 2 de la tarde, no se encuentra nada, absolutamente nada abierto. Y Segundo, no teníamos un centavo, estábamos con poco dinero como para salir a comprar estufa, nevera, platos, ollas y demás cosas que luego pudimos adquirir y además ¿Dónde comprar esas cosas? No conocíamos nada en el lugar..

Por lo que nuestros desayunos almuerzos y comidas durante las primeras semanas en Guyana, resultaron siendo, Emparedado de jamón y queso o de atún y mayonesa, acompañado por una deliciosa y nutritiva Coca-cola.

Así transcurrió el primer mes, hasta que al fin nos dieron 200 euros a cada uno de los 5 y con eso hicimos una colecta y equipamos una de las habitaciones con: nevera, microonda, platos, ollas, vajilla, cafetera y mercado.

Hasta acá esta parte del relato de mi viaje. La próxima entrega “El primer semestre en Guyana”

por ahora unas fotos de la residencia en cayene

otra vista de los edificios

dos de lo que fue mi habitación.

la última

.....muy interesante Astaldo, espero la proxima entrega.  -ok


(..por cierto, no se ve tan mal la residencia, ni las habitaciones...Marruecos, Egipto, Cuba....te aseguro que he estado en hoteles peores.)

venga, no tardes con la proxima entrega, los viajes me apasionan.  -beer

Pues si, esta interesante saber sobre estos lugares no tan conocidos y sigue sonando atractiva la aventura, a ver que mas sigue.  -beer -beer

gracias por los comentarios.

bueno continuemos con la historia.

El primer semestre en Guyana

El primer semestre en Guyana fue muy duro, bueno los primeros 4 meses, una ves logramos sobrevivir a diciembre todo fue más sencillo, aunque se presentaron complicaciones al final del viaje.

Para empezar, pues como ya les había comentado anteriormente, nosotros llegamos a Guyana un fin de semana, y hablando absolutamente nada de francés.

Gran sorpresa, el lunes siguiente a nuestra llegada, ya estábamos tomando clases de maestría en derecho, y lo más sorprendente de 8 personas que estaban en la maestría 5 éramos Colombianos, así que esas primeras clases, no fueron muy alentadoras o estimulantes, primero no entendíamos nada y segundo, el clima y el cansancio no contribuían de a mucho.

Era tan dura la jornada, y el ejercicio mental de escuchar, entender y escribir en un idioma totalmente nuevo, durante todo el día, nos dejaba con la cabeza como si fuese a estallar. Por ello,  por las tardes cuando llegábamos a la residencia -luego de caminar casi media hora desde la universidad pues los buses pasaban cada hora y costaban 1.20 euros, para un trayecto no menor a dos kilómetros por lo que en todo el tiempo en Guyana a lo mucho usamos el bus 3 veces- lo único en lo que pensábamos era en dormir.

Ya pasada la primera semana en Guyana, superamos dos cosa, bueno en realidad una y a medias, la ausencia de nuestros familiares, ya lográbamos convivir entre nosotros organizarnos y empezar a hablar un poquito de francés. Ya para esa época nos había conseguido un profesor de francés para que nos enseñara y ayudara en las vueltas administrativas, como el permiso de trabajo y la carta de residencia, de dinero todavía no se veía la supuesta beca o el trabajo, así que 0 plata.

Ya en octubre, finalmente, nos dieron el trabajo que nos daría para vivir en Guyana; en que consistía el trabajo? En dictar clases a chicos entre los 6 y los 10 años en diversas escuelas del circuito de Cayenne.

Así a simple vista parece fácil, pero bueno no lo era tanto, nuestro medio de transporte en Guyana era el auto-stop o la caminata, de por si ya extensa para ir en las mañanas a la universidad, -yo al principio por razones de ideología, nunca había hecho auto-stop en mi vida y además con mi pinta de latino pues lograr que alguien me llevara era complicado- bueno ese problema fue circunstancial, porque a los 3 que teníamos que trabajar a las afueras de la ciudad nos asignaron un peugeot 106 con las os sillas de adelante y el resto el baúl, para que nuestro asistente-profesor (Frederic), nos llevara al trabajo, es decir, violábamos la ley, y no era la única violación. Primero en un carro de capacidad para dos personas, llevábamos 4 o 5 personas, en condiciones no muy seguras, segundo, el dichoso permiso de trabajo no nos lo había dado aún, nos lo dieron un mes antes de salir de Guyana, cuando ya no trabajábamos y no pensábamos quedarnos en Guyana, y tercero, la famosa carta de residencia tampoco la teníamos, e igualmente nos la dieron muy tarde, nos la dieron la semana antes de salir de Guyana.

El trabajo era complicado, por dos razones, una se logró mejorar la otra no. La primera, empezamos a dictar clases y no dominábamos perfectamente el francés, así que la comunicación era muy mala, porque obviamente los chicos tampoco sabían una palabra de español, y en algunos casos tampoco de francés. En teoría eso debía ayudar, pues nuestro trabajo era hablar lo menos posible en francés y lo más posible en español para que los chicos hablaran, pero ninguno de nosotros sabia de metodología de enseñanza, nunca habíamos enseñado, y enseñar a chicos es difícil, y si no entiende hay que hacerse entender, por lo que hablar el mismo lenguaje es importante, así que esa barrera debía ser sobrepasada, algo muy difícil.

¿Por qué? Como dije muchos chicos no hablaban francés. Guyana es un departamento francés, pero parece otro mundo, en realidad es otro país, un país de negros, sin ofender, la mayoría de la población es negra, la minoría blanca, el racismo, sí aún existe, como en Europa y en muchos otros sitios de la tierra,  era al revés de negros hacia blancos, y con razón, primero, los puestos administrativos importantes eran ocupados y son ocupados por blancos, la burocracia francesa es de blancos, los negros ocupan puestos medios y los latinos y demás inmigrantes, como siempre, los puestos bajos.

En Guyana, los negros hablan creol, los indígenas su lengua, los brasileros portugués, los latinos español, los de Surinam alemán o taki-taki (creol surinamés) entre muchas otras especies de creol, como el creol de Guadalupe o el de martinico. Por lo que Guyana en ultimas resulto ser un pequeño pueblo totalmente cosmopolita, una torre de babel, donde a pesar de todo, coexisten muchas culturas en un mismo sitio y mal que bien logran vivir en una frágil armonía.

El segundo obstáculo, el mismo trabajo, era extenuante, muy gratificante, gracias a los chicos logramos mejorar y perfeccionar el francés, aprender a educar, convivir con chicos, una experiencia muy enriquecedora, pero dura. Teníamos que dar clases en tres escuelas distintas, cada colombiano, así que ninguno compartía lugar de trabajo, y debíamos dar clases en tres cursos distintos en cada escuela. Es decir en tres salones diferentes, cada clase de 45 minutos, no muy largas, pero sumadas daban casi 3 o cuatro horas solo dando clases, sin contar con los desplazamientos.

De estos dos problemas, es primero se pudo solucionar el segundo no, el transporte era muy complicado, y mantener contentos y concentrados cursos de 30 chicos era muy difícil. Ya que el transporte, a pesar de tener quien nos llevara o trajera, pues no era seguro, en una ocasión a Ari, Nicolás y yo, nos olvidaron!!!!!. Debimos caminar varia horas para llegar a la casa!!!!!!.

Bueno y lo ultimo, nosotros empezamos a trabajar en octubre, sólo nos pagaron el 22 de diciembre, así que imaginen nuestra situación económica, todos tuvimos que pedir a nuestros padres en Colombia que nos enviaran dinero, algo que no es como soplar y hacer botella, eso implicaba una carga grande para nuestras familias. Nosotros íbamos a pasar la navidad sin plata sin nada. Pero bueno nosotros tampoco nos dejábamos pues explotar, luego de ver que en noviembre no nos pagaban, decidimos dejar de trabajar, sin palta no había “camello”, o “curro” como lo llaman en España.

La situación se arreglo. Por suerte el 22 de diciembre, recordare esa fecha por mucho tiempo, nos pagaron, y bueno nos pagaron bien, 1.000 euros de un solo golpe en época navideña, la suerte.

Bueno hasta acá mi relato, la próxima, pues los momentos buenos, porque los hubo y otros momento malos, porque de eso hubo hartos.

......... -ok


venga, esperamos proximo capitulo.........muy interesnate.  -aplaudir -aplaudir

Los Malos Ratos

Retomando.

Bueno como ya han leído el viaje no fue tan fácil y plácido como uno esperaría que fuese, pero bueno la aventura y esas situaciones hacen el viaje mucho más memorable.

Volviendo a la historia, pues hago un recuento de los momentos más duros de mi estadía en Guyana y de los más felices también, para finalmente terminar este relato con uno de los momentos que más recordaré.

Más o menos al mes de estar en Guyana, durante las fiestas de Cayenne - la Capital -,  algún día de octubre, salimos 4 de los 5 Colombianos que estábamos de intercambio en Guyana, los 4 más amigos. éramos 2 hombres y 2 mujeres, pues bueno estábamos nosotros en plena fiesta y bailando, y bueno Nico y yo no tan animados como las niñas que estaban bien acompañadas y en plan de levante. en eso nos aburrimos y decidimos devolvernos para la casa a dormir, eran ya casi las dos de la mañana.

Obviamente que nadie nos iba a llevar hasta la casa, a esa hora no había taxis y si los hubiese no tomaríamos uno por lo costoso que es tomar taxi, así que decidimos caminar hasta la casa, una caminata de unos 20 a 30 minutos, al fin y al cabo nos dijimos, pese a que nos habían advertido, - bueno nosotros somos colombianos si en Bogotá nunca nos han asaltado si que menos en una ciudad tan pequeña como Cayenne- pues bueno, nos equivocamos en la única ruta que había para caminar íbamos los dos a un paso rápido cuando sentimos que nos estaban siguiendo, en eso decidimos cambiar de acera para despistar un poco y como medida de protección, justo cuando llegamos al otro lado de la acera sentimos como quienes nos seguían también cruzaron, - esto fue muy rápido y no hubo tiempo de reaccionar -, en cuanto volteamos a mirar, dos jóvenes afrodecendientes, no mayores a 15 años, nos abordaron, armados con un revolver y nos asaltaron.

En ese momento todo detuvo, y el miedo se apoderó de nosotros y no pudimos reaccionar distinto a entregar nuestras pertenencias y evitar que nos disparasen puesto que no se lograba saber quien estaba más nervioso si los asaltantes o nosotros; como resultado de ese asalto, perdimos cámara digital papeles y tarjetas, por fortuna no pasó nada más grave. Por supuesto, nosotros no íbamos ni a mitad de camino de la casa y a esa hora pues ni policía ni nada, a seguir caminando llenos de ira y frustración para llegar a la casa, esperar a nuestras amigas para contarles lo sucedido y que nos acompañaran a la estación al siguiente día.

Bueno en ese momento no hablábamos bien el francés, puesto que llevábamos apenas un mes, Cuando llegaron nuestras amigas, les contamos lo sucedido y pues mala noticia todos muy tristes, pero al otro día cómo ya habíamos sido invitados a un asado, pues ellas dijeron que no nos acompañaban. duro golpe puesto que eran nuestra única familia allá y en ese momento decidieron otra cosa menos lo más obvio por hacer, dicho así ese fue el segundo momento más duro, por fortuna un amigo de la residencia a quien apenas conocíamos, se ofreció a acompañarnos a la policía y servirnos de traductor porque nosotros no podíamos hablar bien.

Bueno ese momento se soluciono y las niñas luego cayeron en cuenta del error, nos pedimos disculpas y bien caso solucionado.

Pero como la mala suerte parece que en ocasiones se ensaña con ciertas personas, pues es no fue lo último que nos sucedió. En nuestro trabajo de enseñar español, nosotros debíamos ir a escuelas fuera de Cayenne, cuando digo nosotros somos dos Colombianos más y yo, para ello nos llevaban en carro y nos volvían a dejar en la residencia. El trayecto era de varios kilómetros, el trasporte como ya dije difícil y la única opción el autostop que para latinos como nosotros era tan fácil como tomar sopa con tenedor.

Un buen día, olvidaron recogernos en la escuela, eso aproximadamente a las 4 de la tarde luego de una jornada de tomar clases en la mañana y dictar español en la tarde, así que a tomar la ruta, a pie, fue una bella y placentera marcha de casi dos horas, en un calor agobiante un cansancio insoportable y una furia aterradora. lo más curiosos luego de la mitad del recorrido ya exhausto decido detenerme a comprar una gaseosa en una tienda, y cuando salgo, OH!! sorpresa, mi amigo que viene también caminando, lo bueno tuve compañía para el resto del camino, eso si varios madrazos y palabrotas que dijimos durante el recorrido.

Ya para dejar los momentos tristes, el último y el más traumático. Luego de un gran esfuerzo, logró obtener un computador portátil, el mío junto al de mi amigo, eran los dos PC que teníamos los 5, nuestra única herramienta, para trabajar la tesis de la maestría y ya faltándonos menos de un mes para entregar, sin mencionar que eran, televisor, equipo de sonido y cinema al mismo tiempo.

Un buen día, ya casi terminando nuestra estadía en Guyana, acabábamos de reparar uno de los computadores que había estado dañado durante un par de meses, también tarde en la noche, voy yo a acompañar una amiga al cuarto, ya que su padre estaba mal del corazón así que ella se sentía mal, mi amigo queda sólo en el cuarto, con los computadores.

Pues bueno, otra ves dos negros -sin rencores ni racismo, sino con mucha ira hacia esos do en particular - entran a la habitación armados con sendos cuchillo y destornillador y han sabido llevarse prácticamente todo, los computadores, reproductores de música memorias USB, hasta se probaron unos zapatos que porque no les quedaron entonces decidieron dejar.

En esas, ya mamados de tanta mala suerte y tanto problema, muy a las 3 de la mañana sin haber dormido y totalmente putos, enojados, llega la policía  comienza su gestión, bueno los policías totalmente desinteresados y con desidia revisan el cuarto, no encuentran nada, y bueno cuando le estamos contando al policía lo que sucedió y le decimos que somos de Bogotá, el seños, en un alarde de magnifico humor y sentido de la prudencia nos dice - ahh!! Bogotá la capital deeeee...- nosotros que en ese momento no estábamos de humor para bromas entendimos en el momento a que se refería y con cara de  - hey maricón que te pasa- , le dijimos, pues la Capital de Colombia y muy dentro de nuestro ser le decíamos - guevón, maricón, que chiste más pésimo - . Pues bueno el señor sin entender volvió y dijo, - si si Bogotá la capital deeee...-, nuevamente nosotros le dijimos pues de Colombia "cabrón".

Ya el señor entendió que el chiste no era el adecuado para ese momento y siguió , bueno igual no sirvió para nada, que en esta ocasión si nos acompañaran nuestras amigas y demás conocidos de allá, que la gente que nos llevó a Guyana intercediera y nos hiciera hablar con gente de alto rango en la policía e inclusive haber aparecido en la televisión local contando lo sucedido, porque al igual que en el primer asalto todo lo robado se fue para siempre y sin posibilidad de recuperación.

Eso fue todo por ahora, las dos próximas y ultimas entregas, "Los Buenos Ratos y "El Final del Viaje".

Un Saludo a todos -beer

Los buenos momentos

Junto con los malos momentos, que no fueron poco, pues hubo muchos buenos momentos que por fortuna fueron más que los malos.

Mucha gente sueña con r algún día a cabo cañaveral o alguna de las bases espaciales de estados unidos, y también con tener la oportunidad de ver el despegue de alguno de eso cohetes.

Bueno yo soy, o era una de esas personas, sin embargo, un día nos enteramos que en Guyana quedaba la base del programa espacial de la unión europea, de donde despegan los cohetes llamados Ariane. Así, al poco tiempo de estar en Guyana, no habrían pasado más de dos meses, unos amigos nos comentaron que habría un despegue del cohete y que si queríamos ir, en efecto nosotros dijimos que por supuesto queríamos ir.

La ida al sitio era fácil y el trayecto no tardaba menos de dos horas, eso si tienes carro, nosotros obviamente no lo teníamos, así que nos fuimos en auto stop, fue la primera vez que hacia auto stop en mi vida –acá en Colombia hacer auto stop no es una opción, si bien hay gente que lo hace, no es recomendado por razones de desconfianza-, habíamos decidido irnos temprano para tener la opción de llegar a tiempo a ver el despegue, en efecto partimos en la mañana y como el despegue era en la tarde, pues pasamos un rato en la playa tomando el sol y nadando un rato.

Ya en la tarde, tomamos rumbo hacia la colina donde divisaríamos el despegue, cuando llegamos, había una larga fila para entrar al observatorio, la hicimos y pudimos subir la pequeña colina desde donde veríamos el evento. Una vez en la colina, nos encontramos con más amigos que había asistido al despegue, así que el ambiente era muy alegre y jovial ya que todos nos conocíamos, por supuesto rodaba el ron y as papas fritas jajaja.

A media que caía la noche, aumentaba la emoción por el despegue, era la primera vez para la mayoría de nosotros, luego ya estando negra la noche, comienza a anunciar el que se alista el despegue, por lo cual todos miramos hacia el cohete que se encuentra a unos metros de nosotros, sin percatarnos que es una réplica, del original que despega a unos kilómetros por razones de seguridad, superado el despiste miramos hacia un punto oscuro en el horizonte y comienza el conteo, 10, 9, 8, 7, 6, 5, la gente cuenta al unísono, 4, 3, 2, 1….. pummmmmm un estallido inmenso, y una luz que ilumina la noche ampliamente, el despegue es un éxito y vemos como un as de luz viaja velozmente por el horizonte, la llama emitida por sus turbinas es enorme, su tamaño aumenta, el ruido que oímos por lo parlantes es increíble, y a los pocos segundos el cohete pasa sobre nuestras cabeza, iluminando con su estela el lugar, un par de segundos después, el ruido que corre a alcanzar a su origen, es realmente sorprendente, un rugir de poder y fuerza. Miramos la luz mientras se desvanece en el espacio, una voz en el parlante dice que ya el cohete atraviesa un punto muy lejano del planeta, nos asombramos de la velocidad del objeto y pensamos en lo magnifico de ese momento, luego, todo se acaba, la gente esta feliz muchos hemos viajado una horas para estar presentes en un evento de sólo unos pocos segundos que marcara nuestras vidas por mucho tiempo. Así termina uno de los momentos más alegres de la estadía en Guyana.

Que mejor que partir en un viaje exótico a un sitio exótico? Hacerlo junto a tus mejores amigos, sea probablemente la respuesta, ese es mi caso. El viaje de por si exótico, ya que para ir a un lugar no más lejano que 4 o 5 horas de avión, hay que tomar un viaje de casi 32 horas y atravesar dos veces el atlántico para lograrlo. Y el lugar aún más exótico, su cultura resultado de una serie de sincretismos culturales lingüísticos y religiosos, que la hacen interesante, y cautivadora; un paisaje maravilloso, por un lado la selva amazónica en su esplendor y riqueza y por el otro la inmensidad del atlántico, convierte el lugar en un paraíso de calor y sin riesgo de huracanes. Y lo mejor de todo, compartir todo eso con tus mejores amigos.

De hay, que nuestras fiestas hayan sido tan especiales; pasar un cumpleaños lejos de casa es algo duro, que no este tu familia junto a ti, hace que uno se deprima un poco ese día, pero se puede contar con los amigos que con el tiempo y las vivencias pasan a ser parte de tu familia, tus hermanos, eso sucedió, a la ausencia de familia nosotros éramos nuestra familia y las fiestas el mejor momento para explotar al máximo ese sentimiento. La primera gran fiesta fue mi cumpleaños, un 30 de octubre, y fiesta sorpresa, era nuestro segundo mes en Guyana y el primer cumpleaños de uno de nosotros, así que el animo estaba un poco bajo, ya conocíamos gente en l residencia y todos se habían portado muy bien con nosotros, mis amigos decidieron invitar a todo el mundo a la fiesta, que se haría en mi habitación de 12 * 3 mts, era espaciosa eso si, porque era para dos personas -que como dije en anteriores oportunidades, compartía con mi otro amigo colombiano- bueno, ya entrados en gastos, empiezo a ayudar con el preparativo de la fiesta, juntar las camas, los escritorios, guardar todo lo que se pueda “perder” y dejar mucho espacio para bailar -una fiesta de latinos sin salsa y merengue es como una sangría sin frutas- así que pista de baile y música; la gente empieza a llegar y rueda el ron y la cerveza y el ambiente se prende, obviamente nadie salvo los 5 colombianos sabia bailar salsa y merengue, y eso porque de los 5, uno no baila muy bien, -Yo-.

La rumba inicia la gente se pone alegre y la fiesta dura hasta las 5 de la mañana, iniciando cmo a las 9 de la noche, muy buena fiesta, buenos recuerdos mucho trago y baile, al otro día, limpieza del cuarto, y almuerzo especial, yo no cocine sino que me cocinaron, gran almuerzo con gente especial, un buen remate de cumpleaños.

Ya los demás generalmente fueron grandes fiestas y mucha rumba, de los que cabe la pena resaltar tres, la de navidad, fin de año y al despedida de Guyana

En navidad, nos fuimos una semana a un rincón de Guyana al lado de un río junto a 15 más, con mucho trago mucha comida y ganas de rumba, la pasamos super rico, durmiendo en hamaca, bebiendo desde temprano en la mañana y con los amigos como siempre, noche de navidad, repartimos regalos, aún guardo el que me dieron y seguimos la fiesta.

De regreso a la ciudad un descanso y se prepara la fiesta de fin de año. Reservamos en un restaurante, salimos todos a comer, hay vino al garete y fiesta, porque el restaurante es de un africano amante de la rumba así que baile hasta el amanecer, mucha rumba y al final, ir a ver el despuntar del sol en la playa, el mejor inicio de año que he tenido en mucho tiempo.

Y como todo debe acabar, pues la estadía en Guyana también terminó. El 20 de junio debíamos dejar ese sitio que fue nuestro hogar durante casi un año, y que odiamos y amamos en ese tiempo, pero que había de dejar una gran marca en nuestras vidas.

El día antes de tomar el avión rumbo a parís, decidí preparar un gran agasajo, una fiesta de grandes proporciones, en la cual nos despediríamos de Guyana, y a la cual asistiría casi toda la gente que nos conoció. Organicé junto al presidente de la asociación de estudiantes, quien vivía en la residencia, que nos prestaran el salón donde se hacían todas las fiestas de la residencia, cuadramos la música e invitamos a todo el mundo, todo el que nos había conocido de la residencia y e la universidad estaba invitado, y cada cual llevaba lo que quisiera, así que hubo, música, bebida y comida de sobra, y el ambiente fue de rumba, ahora si con gente que bailaba, salsa, merengue, zouk, reggae, dancehall y todo lo que sea caribeño que se baile. La fiesta duro hasta bien entrada la madrugada y fue la mejor de Guyana, todo el mundo bailo, bebió y se divirtió, y la despedida de Guyana no pudo ser mejor.

Luego al medio día ya con la maleta lista, nos despedimos de mucha gente que sería la ultima ves que veríamos en demasiado tiempo, por no decir la ultima vez, pero que siempre recordaremos. Salíamos hacia Francia, la ultima estancia de nuestro viaje y una de las mejores anécdotas.


En Francia estuve tres semanas, coincidencialmente, fue la segunda etapa del mundial de fútbol, donde Francia sobresalió gracias a la casta de uno de los más grandes, Zidane. Llegamos a parís, en donde estuvimos un par de días, caminando como locos por todos esos bellos parajes que tiene esa gran ciudad, luego tomamos rumbo hacia una región conocida como bretaña, donde pasamos la mayor parte del tiempo, empezamos en Nantes, estuvimos en Rennes, en Fougers, en Saint malo, el monte Saint Michel y el bosque de Broceliande, mágico sitio en donde habitaron los celtas entre otros sitios que no recuerdo sus nombres pero que eran igualmente bellos.

De la estancia en Francia, que fue muy buena y de la cual tengo magníficos recuerdos, quiero rescatar uno de los momentos más grandes, la final del mundial de fútbol. Yo soy un apasionado por ese deporte y en el alma quería que Francia ganara, porque eso me garantizaba que habría fiesta en Francia y que Zidane se retiraría con honores. Cada victoria de Francia era una alegría más grande para los franceses, y se veía como el ánimo cambiaba, de la decepción y escepticismo de la primera ronda, a la ilusión y la alegría en la segunda ronda.

Era muy emocionante estar en un bar y ver las magnificas jugadas de Zidane, aplaudidas por sus compatriotas, aún recuerdo los halagos que suscito en la faena que le dieron a brasil y los bailes que le metió a Kaka, ronaldiño y compañía.

Y llego la final, la cual yo quería ver en los campos Eliseos en Paris, por fortuna, ya que perdieron, la ví en Rennes, junto a mis dos amigas colombianas, las misma de guyana y mis mejores amigas y amigos franceses, una gran fiesta, las calles llenas de gente con banderas dibujadas en el rostro, los cánticos de alegría y apoyo al equipo y la cerveza rodando a montones. Y hubo gol, y por un momento todo el mundo gritó al mismo tiempo la misma frase y el mismo nombre, tan duro que podría haberse escuchado a un mar de distancia. Y más cerveza, y el empate y la gente callada, y nuevamente el animo porque Francia despertaba y buscaba la victoria, y de repente, Zidane hace una de sus obras, tumba de un cabezazo a Materazi, grito de la gente, entre alegría y decepción, alegría por el fiero de Zidane que tumbo al otro de un cabezazo y decepción porque sabían que el no terminaría el partido. En Efecto el partido siguió, Francia no gano y la fiesta se apago, pero ya entrados en gastos, se siguió festejando, y ese momento de vivir la alegría de una final no lo olvidare nunca.

Hasta aquí el relato de un viaje que marco mi vida y que trate de compartir de la mejor forma posible con ustedes, espero les haya gustado, hasta pronto.

 El Karma No. 265  para ti   Astaldo

GRACIas compañero por compartir tus Vivencias     -beer

No hay que agradecer, sentí que debía compartir un momento especial para mi, en un lugar que considero especial así que decidí hacerlo en este foro.

si bien no es muy redactado el relato, lo considero uno de mis primeros coqueteos con la escritura, junto a los escritos que he publicado en  el foro de poesía.

Obviamente, trabajos de aficionado y sin la más mínima pretensión de llegar a ser escritor.